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Cádiz

Esperanza para las enfermedades neuronales

  • Un grupo de científicos de la Universidad de Cádiz halla un compuesto capaz de facilitar la expansión 'in vitro' de las células madre neurales

Todo adelanto científico es bienvenido, pero, al mismo tiempo, se debe ser cauto porque son pequeños pasos de un camino muy largo. En un proceso de investigación se anda y se desanda distintas rutas y tan importante es para la investigación el acierto como el error, que va limpiando la senda y va delimitando el campo de trabajo. En este caso se trata de un acierto. El hallazgo de un compuesto capaz de facilitar la expansión de cultivos de células madre neurales, conseguido por científicos de la Universidad de Cádiz.

La futura aplicación, a largo plazo, de este compuesto se daría en la elaboración de un fármaco útil en el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central que muestren pérdidas neuronales. Son casos en los que se producen lesiones cerebrales, por ejemplo por un derrame; en Alzheimer, Parkinson o epilepsias. Las profesoras Carmen Castro y Rosario Hernández son las encargadas de coordinar los grupos de trabajo y las que lo han patentado para proteger su futura aplicación.

Por un lado, desde la facultad de Ciencias, el grupo de Rosario Hernández aporta los productos para la investigación. Son sustancias que se extraen purificadas de plantas del género euphorbias, que tienen muchas aplicaciones en la medicina tradicional. Es importante tener en cuenta que el grupo que dirige Rosario Hernández trabaja con unos compuestos que tienen la capacidad de reactivar el virus VIH, causante del SIDA. Esa reactivación es base para poder destruir totalmente a este virus, pero a su vez el mecanismo usado para ello acciona la actividad de una proteína que casualmente repercute en las células madres neurales de forma que las hace proliferar. Según explica Hernández, "obtener los productos no es fácil, hay que conseguir las plantas, extraerlas y quedarte con lo que interesa. Lleva un proceso de purificación laborioso".

La convergencia de este trabajo con el proyecto de regeneración neuronal que dirige Carmen Castro, desde la facultad de Medicina, ha proporcionado este hallazgo. Los dos son proyectos de Excelencia que están financiados por la consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía. Se ha podido comprobar que con una de las sustancias con las que trabajan las células proliferan más, por lo cual en un cultivo in vitro se puede obtener una mayor cantidad de células madre. Estas células podrían usarse en un futuro para regenerar una lesión mediante su trasplante, por ejemplo. Esa es la intención, como explica Carmen Castro: "Nos gustaría poner el compuesto en una lesión cerebral concreta para estudiar si genera un incremento de las células madre neurales y se facilita la regeneración de la lesión, pero estas son posibilidades que están todavía por determinar".

Además de las profesoras de la UCA Carmen Castro y Rosario Hernández, en esta patente han participado los profesores Antonio Macías, Maribel Murillo, y Fernando Echeverri, este último de la Universidad de Antioquía de Colombia. Sin olvidar que la mayor parte de los experimentos con este compuesto fueron realizados por los alumnos colaboradores de la facultad de Medicina, Jesús Domínguez y María Ángeles Castillo, la alumna del máster en Biomedicina, Almudena Aguilera; y las alumnas de doctorado Eugenia Flores, de la Facultad de Químicas y Noelia Geribaldi, de la Facultad de Medicina, que están elaborando su tesis doctoral sobre temas relacionados con los dos proyectos.

Una vez conseguidos estos resultados hay que ver qué camino resta por delante. Tanto Rosario Hernández como Carmen Castro son claras, "a partir de ahora a seguir trabajando, queda muchísimo" y "no queremos dar falsas esperanzas, queda mucho por hacer, hemos encontrado solo la punta del iceberg". Habría que completar estos estudios y comprobar que en animales vivos funcione, también estudiar mejor el mecanismo en acción, después de los animales pasar a la fase clínica en humanos, ver si funciona en otras células, demostrar que no es cancerígeno o que no es tóxico.

Un periodo de tiempo en el que pueden transcurrir entre 10 y 15 años, en las previsiones más optimistas y si todo sale bien, para que se obtenga el medicamento. Además necesita de una empresa que confíe en el proyecto y financie las investigaciones. Aspectos que no desmerecen al hallazgo obtenido que no deja de ser una puerta abierta a la esperanza para el futuro tratamiento de estas enfermedades neuronales.

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