"La marca 'España' en deporte es sinónimo de éxito y atrae inversión"

El responsable del olimpismo español considera que las estrellas son un reclamo para el desarrollo del país · Defiende en Cádiz el deporte como transmisor de valores

Alejandro Blanco en un momento de su intervención.
Pedro Ingelmo / Cádiz

24 de mayo 2011 - 01:00

"Los éxitos son pasajeros, pero permanecen los valores; la admiración es pasajera, pero permanece el respeto". El presidente del Comité Olimpico Español, el ex yudoca Alejandro Blanco (Orense, 1950), intervino ayer en el Foro Joly Cádiz, que organizan Cajasol, el Casino Gaditano y Diario de Cádiz, con un discurso humanista en contraposición al concepto tan extendido del deporte como negocio y como victoria a toda costa. "El deporte sirve a la persona. Si la persona se convierte en esclavo del deporte entonces el deporte no sirve de nada", argumentó.

Y es que Blanco llegó a Cádiz, una ciudad que dijo conocer bien gracias a su estrecha relación con el club de judo de Raúl Calvo, con una conferencia bajo el brazo que llevaba el significativo nombre de Olimpismo, deporte y valores, en el que quien, al fin y al cabo, es una especie de ministro de asuntos exteriores del deporte español quiso subrayar que "el olimpismo no es deporte, sino que es una doctrina que utiliza el deporte para canalizar unos valores que tienen que ver con la paz, la integración, la superación, el respeto a ti mismo y al contrario... Los valores no te dan campeonatos, pero te preparan para la vida y ese ejemplo nos vale a todos". En definitiva, la charla desglosó todo lo que entendemos por juego limpio y aunque no mencionó explícitamente la palabra 'doping', sí aseguró que "si te faltas el respeto a ti mismo (es decir, haces trampas), la gloria será inútil y perecedera".

No quiso reducir, aún así, las palabras a meras intenciones ni a la historia de "una filosofía y un culto, un culto a la primavera, un culto a la juventud, que es lo que también es el olimpismo", sino a las posibilidades que el deporte entrega al desarrollo de un país aquí y ahora. En el caso de España, Blanco sitúa la gran transformación de nuestro deporte a partir de Barcelona 92, cuando los éxitos esporádicos de deportistas aislados -Joaquín Blume, Manolo Santana, Paquito Fernández Ochoa, Mariano Haro, Ángel Nieto...- se transformaron en "éxitos fruto de la planificación. Los frutos de esa planificación se traducen en que al declive natural de un deportista de éxito le sigue el relevo de una nueva generación, con lo que se mantiene un nivel, con mayor o menor cantidad de éxitos, que marca el desarrollo deportivo de un país". Barcelona significó algo más: "Antes del 92 ver a un español corriendo por un parque era una rareza, un hecho aislado. Hoy es una imagen cotidiana. Eso también refleja el desarrollo al que me refería".

Este desarrollo, bien utilizado, puede contribuir a la riqueza económica, según Blanco. "Cada fin de semana España cosecha algún éxito deportivo internacional en alguna especialidad. Eso no lo tienen todos los países". Los grandes deportistas, "los Pau Gasol, Rafa Nadal, Contador o Alonso, son nuestros embajadores", son el reclamo para araer inversiones que pueden medirse en el Producto Interior Bruto. Y no es pequeño. Ofreció datos europeos. "El deporte mueve el 3,5% del PIB europeo y genera un 5,5% del empleo global". Para quien tenga dudas sobre esto, Blanco esgrimió otro dato. Más de un 32% de la población española practica deporte de manera asidua y 3.500.000 españoles tienen una ficha federativa. Simplemente multiplicando estas cantidades por las necesidades de equipación nos daría una impresionante cantidad de consumo deportivo. Gran parte de este movimiento económico es posible gracias a los reclamos, a las estrellas del deporte. "Estas estrellas del deporte tienen que contar con valores humanos que acompañen a su gloria, porque la gloria sin valores tiene un inmediato rechazo social y pierde su condición de motor de riqueza".

Teniendo esa materia prima, creada de manera concienzuda a través de la planificación, Blanco entiende que España está en condiciones de 'vender' oferta de deporte. "La marca España en deporte es sinónimo de éxito y por eso el deporte se debe asociar al turismo para atraer inversión y gente de otros países". En ese sentido, elogió los excelentes clubes privados dedicados al deporte que fueron los que dieron el primer tirón a esta 'industria'. Los otros dos polos en los que se podría incentivar el deporte como impulsor de desarrollo estarían en la salud y en el I +D. Sobre la salud dijo que hay que dar a conocer al visitante exterior que hay lugares en España "que se dedican a que el turista salga mejor de como llega tras la práctica del deporte". Sobre la investigación, "ya es sabido en el mundo especializado que contamos con algunos de los centros de alto rendimiento mejores del mundo. A ellos vienen deportistas de todas partes, la elite del deporte mundial, a ser tratados en ellos con los mejores especialistas y con una tecnología punta".

Dedicó el presidente del COE un apartado a reivindicar, junto a los éxitos deportivos, los éxitos federativos. "El gestor deportivo español goza de gran prestigio en el exterior porque se sabe que si propone algo es garantía de calidad. Lo hemos demostrado en los numerosos eventos deportivos que se organizan en nuestro país. No olvidemos que somos el país que más eventos deportivos de envergadura celebra del mundo. Estos eventos deportivos no debemos observarlos como gastos, sino como inversiones que tienen un retorno muy superior a lo que cuestan".

Para Blanco, estos elementos son suficientes para que el grupo de empresas que sostiene las becas ADO con las que se consigue que los deportistas de elite puedan dedicarse a su disciplina sigan confiando en el programa, aunque es consciente de que la crisis económica afecta al deporte. "Tarde o temprano, la menor inversión en deporte se traducirá en una reducción de resultados. Mientras, disfrutemos de la edad de oro de nuestro deporte".

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