Dos motoristas del Cuerpo Nacional de Policía de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) ayudaron ayer a que se llevara a cabo felizmente un parto tras recibir a las once de la mañana la llamada desesperada de un taxista que se encontraba atrapado en un pequeño atasco y que llevaba como pasajera a una mujer embarazada de 30 años que tenía todos los síntomas de ir a parir ya, en su coche.
Los agentes de la UPR acudieron de inmediato para ofrecer su escolta y abrir el paso entre el tráfico para que el traslado hasta las urgencias pediátricas del Puerta del Mar se hiciera con la máxima celeridad. Los agentes y el taxi llevaron en volandas a la feliz madre hasta el paritorio, donde dio a luz a un bonito bebé.
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