Difuntos... pero conduciendo
tráfico La 'picaresca' en la titularidad de los vehículos
El Ayuntamiento detecta que hay un millar de coches circulando en la ciudad cuyos propietarios están fallecidos, lo que impide hacer efectivas las multas por infracciones
Una multa por estacionar sin el correspondiente recibo en la zona azul. O por ser captado por un radar sobrepasando la velocidad permitida. O por aparcar en lugar indebido... Estas infracciones son más que habituales. Y el Ayuntamiento se ha percatado de un problema en este sentido: en los últimos meses, se ha visto sorprendido al no poder cobrar muchas de estas sanciones porque cuando han cumplido todo el procedimiento legal y llegan a la vía ejecutiva, se le informa de que el titular de ese vehículo está fallecido y, por tanto, no se le puede cobrar esos recibos pendientes.
Este es, en resumen, el último caso de picaresca que el Ayuntamiento ha detectado en cuanto al tráfico de vehículos en la ciudad se refiere. Conductores que utilizan habitualmente el coche de alguien que ha fallecido sin haber cambiado la titularidad del mismo, como requiere la normativa legal. Esta práctica ha ido proliferando en los últimos meses hasta tal punto que el Ayuntamiento ha elaborado una especie de registro que alcanza ya los 1.150 coches cuyos propietarios han fallecido pero que siguen circulando por la ciudad. Curiosamente, de esta cifra hay 518 vehículos que ni siquiera están abonando el preceptivo impuesto de circulación, mientras que en los otros 632 casos son terceras personas los que cada año abonan esta tasa municipal.
Estas cifras están dando como resultado centenares de multas y de impuestos que el Ayuntamiento no puede finalmente recaudar por esa imposibilidad de cobrar la cantidad pendiente a alguien que ha fallecido. Y ante esta situación, desde el Consistorio se ha decidido actuar en una doble vía cuando se encuentren con casos de este tipo.
La primera medida que se va a tomar es retirar de la vía pública esos vehículos cuyo titular haya fallecido. Para ello, el Ayuntamiento cuenta ya con ese censo de 1.150 coches. Cuando una grúa o un agente de la Policía Local detecte la presencia en la calle de uno de esos coches, procederán a enviarlo al depósito municipal de vehículos, "entre otras cosas porque al haber fallecido el propietario no sabemos si incluso puede haber sido robado", explican fuentes municipales. Cuando se proceda a esta retirada del vehículo, si alguien se persona en el depósito alegando ser el usuario del mismo, se le exigirá estar al día tanto en el impuesto de circulación como en el seguro y en esas multas impagadas, comentan desde el Ayuntamiento, antes de poder proceder a retirar el vehículo que heredara de ese difunto.
Y la segunda medida a aplicar en estos casos será comunicar a Tráfico que el titular de ese coche ha fallecido. Con esta actuación, se evitará también el fraude en esta institución cuando se quiera dar de baja o vender el vehículo, ya que Tráfico tendrá constancia de la fecha de fallecimiento del propietario. Conviene recordar que en la legislación actual se habilita un plazo de noventa días desde el fallecimiento del titular para cambiar la documentación de ese vehículo en caso de querer usarlo otra persona (ya sea un heredero o un tercero al que se transfiera el mismo) o de proceder a darlo de baja.
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