La necesidad de rehabilitar la sede de la Cruz Roja Española en Cádiz ha derivado en un acuerdo que beneficiará a los vecinos del casco histórico gaditano y que abre una nueva línea de colaboración entre dos entidades que, hasta ahora, caminaban en paralelo: la Cruz Roja y la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico.

Mientras duren las obras, que ya cuentan con licencia municipal, los voluntarios de la entidad prestarán servicio al colectivo en un estrecho contacto con las trabajadoras sociales de la Oficina, que tratan con las familias de las fincas que se van a arreglar. A demanda de ellas, Cruz Roja proporcionará una teleasistencia domiciliaria que garantizará que la persona no esté desatendida en ningún momento; la intervención de los voluntarios de la organización facilitará las mudanzas correspondientes a los realojos, puesto que ayudarán a trasladar a las familias que por sus circunstancias lo necesiten con vehículos adaptados y sociosanitarios. De esta forma se facilitarán los traslados de las personas con movilidad reducida o encamadas.

Explica la presidenta provincial, Concepción García, que no han hecho un cálculo de cuánta gente acabarán atendiendo gracias al acuerdo firmado con la Junta, una fórmula que sólo funcionará mientras duren las obras de rehabilitación y que son una especie de pago en especie por el proyecto de obras y la dirección facultativa. Una solución que surgió durante las conversaciones mantenidas para conseguir ayuda para arreglar la sede y que cubre necesidades de la Junta y de Cruz Roja.

La entidad consiguió subvención (y proyecto) de la Consejería de Igualdad y Asuntos Sociales para hacer un centro de estancia diurna para mayores, con treinta plazas, que requería una obra. De ahí y de lo obsoleto del edificio surge la idea de arreglarlo entero, y la búsqueda de apoyos para ello. La rehabilitación, además, apremiaba: los vecinos habían denunciado el deterioro del inmueble y el gobierno local había emitido ya orden de realizar obras.

García agradece el apoyo a la Consejería, a la Oficina y a un Ayuntamiento que sólo le cobrará el 5% de la licencia de obras; ahora, espera que la sociedad civil también les apoye.

Una vez con los proyectos redactados puede seguir a la búsqueda de más financiación para costear la obra; con respecto al centro de estancia diurna, estará situado en la planta baja y tendrá su propia entrada.

Otro problema que tendrán que resolver ahora es el de su realojo. Están buscando alternativas a la mudanza de los servicios, redactando un plan de desalojo, puesto que no quieren interrumpir ninguno de los programas que desarrollan mientras duren las obras ni tampoco salir de la ciudad porque perderían la cercanía con los usuarios.

A 30 de marzo de este año, Cruz Roja atendía a 3.152 personas en sus programas de intervención social. La entidad desarrolla una intensa actividad gracias a programas que están destinados, entre otros campos, a la búsqueda activa de empleo, la asistencia... Con la crisis surgen nuevas familias necesitadas de una ayuda en la que debe primar la dignidad.