Coronavirus

Coronavirus en Cádiz: “Él pensaba que era invencible”

Los familiares de los médicos que, en ejercicio, fallecieron por culpa del Covid, junto al presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, Juan Antonio Repetto

Los familiares de los médicos que, en ejercicio, fallecieron por culpa del Covid, junto al presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, Juan Antonio Repetto / D.C. (Cádiz)

La vida dejó de ser fácil para muchos tras la tormenta del Covid, pero esta semana tocó rescatar de la memoria el cambio que ha supuesto en la vida de los familiares de tres médicos de la provincia de Cádiz que, estando en activo, perdieron la vida durante la pandemia del coronavirus.

Este jueves, el Colegio de Médicos de Cádiz les ofrecía un sentido aunque sobrio homenaje a estas familias que, durante esta crisis sanitaria, tuvieron que despedirse de manera muy dramática de ese padre, de ese marido o de ese hermano o amigo que falleció por el Covid durante el ejercicio de su profesión. Los doctores Lizaur y Velásquez fueron dos de los muchos médicos que perdieron su vida en la lucha contra el Covid.

El doctor Jesús Lizaur, especializado en Odontología, tenía una clínica privada en Algeciras. Allí fue donde contrajo el Covid, en su consulta, atendiendo a algún paciente que en algún momento de la crisis llegó a su consulta con Covid aunque asintomático.

El doctor Jesús Lizaur El doctor Jesús Lizaur

El doctor Jesús Lizaur / D.C. (Cádiz)

Así lo recordaba este jueves Carmen Palma durante el homenaje que el Colegio de Médicos de Cádiz le brindaba a su marido y a otros dos médicos de la provincia que, estando en activo, murieron como consecuencia del Covid.

Carmen recordaba que el doctor Lizaur murió el 31 de enero de 2021. Cuenta que, cuando ya todo parecía retornar a la normalidad, su marido quiso retomar su trabajo porque eran muchos los pacientes que le llamaban por teléfono requiriendo sus servicios. “Allí estaba con su triple mascarilla y con sus guantes, pero el trabajo de odontólogo requiere mucha cercanía con el paciente y, por muchas medidas que quieras poner fue inevitable el contagio”.

Ella tiene grabado a fuego en su memoria ese día 31 de diciembre el en que su marido empezó a encontrarse mal. Le hicieron la prueba y dio positivo en Covid, por lo que optó por quedarse en casa con tratamiento hasta que llegó la madrugada del 3 de enero en el que “empezó a asfixiarse, llamé al 061 y ya no lo volví a ver jamás con vida”.

Así de duro lo narraba Carmen Palma. Fue cuestión de un mes. “Muy rápido e imposible de olvidar”.Fruto de este matrimonio nacieron dos niñas, aunque ninguna de ellas ha tomado el camino de la Medicina. Y las tres, su esposa y sus dos hijas, afirman sentirse muy orgullosas de la profesión de su padre “porque era una persona que si se encontraba con algún paciente que no le podía pagar pues no le cobraba y punto. Le daba igual. Y si un día estaba en casa de fin de semana o de día de fiesta descansando y le avisaban de alguna urgencia no lo dudaba ni un instante a la hora de salir corriendo para la consulta para atender a sus pacientes. Eso, sus hijas, lo tienen muy grabado y saben como su padre se volcaba con su profesión”. 

Eso sí, Carmen Palma no niega que en alguna ocasión le decía que trabajaba demasiado y que “después la gente no se lo agradecía, eso sí se lo decía, no se lo puedo negar. Pero él era así y eso no se podía remediar. Era vocacional lo que él tenía”, afirma su viuda.

Y otra historia. El que realmente se contabiliza como víctima del Covid es el doctor Óscar Jaime Velásquez, pero su mujer, Gladys Toro es, sin haber fallecido, estando aún en vida, una víctima más de ese terrorífico virus que se llevó por delante a tantos sanitarios.

Ella cuenta que Óscar Jaime trabajaba en La Milagrosa, en Jerez, como médico de familia. Tenía 53 años y murió el 15 de octubre de 2020, durante una de las oleadas más importantes registradas en todo el curso del coronavirus.

Gladys recuerda, entre lágrimas, que cuando empezó el Covid, uno de los lugares donde hubo más contagios en Jerez fue en la residencia de La Marquesa.

En aquel entonces, el doctor Velásquez, de nacionalidad colombiana (llevaba en España desde 2018) al igual que su mujer, estaba sin trabajo porque ya “le habían cancelado” el último contrato que tenía y estaba a la espera de que le volvieran a llamar.

"Amor, estoy como con un constipado"

El doctor Óscar Jaime Velasquez El doctor Óscar Jaime Velasquez

El doctor Óscar Jaime Velasquez / D.C. (Cádiz)

Empezó la pandemia y no tardaron en llamarlo para trabajar. “Y lo mandaron precisamente a la residencia de La Marquesa. Y llegó agosto y, con el final del verano, las cifras se volvieron terroríficas.

“En ese rebrote se contagió. Un día me llamó y me dijo amor, estoy como con un constipado”. Incluso ese día Óscar Jaime acudió a trabajar pero no tardó que uno de sus superiores lo mandara de inmediato para casa. “El pensaba aún que era sólo un resfriado. Se hizo la prueba y le dijeron directamente que estaba contagiado. Ese mismo día nos dijeron que nos teníamos que hacer la prueba todos en casa. Y resultamos que todos estábamos con Covid”.

Al principio recuerda que estaba relativamente bien pero el sábado, al amanecer, ya despertó con brotes de fiebre y él mismo fue el que le pidió a Gladys que se lo llevara Urgencias, donde ya sí lo dejaron ingresado. Después de hacerles varias exploraciones y pruebas le dijeron a su esposa que “le habían visto una pequeña cosita en los pulmones”. 

Después de unos días su situación se agravó y sus compañeros del hospital le ofrecieron la posibilidad de pasar a la UCI para intentar mejorar su situación clínica, algo que no fue posible. Tanto es así, que en pocos días le indicaron que iba a ser necesario sedarle.

Gladys recuerda que “él me consolaba por teléfono diciéndome que lo de la sedación iba a ser cuestión de dos días, pero no fue así. Nos llegamos a despedir y le deseé, como buenamente pude, mucho ánimo”. Su marido seguía pensando que el virus atacaba de manera más mortal a las personas mayores y que él con 53 años de edad y, siendo médico de profesión “era invencible, pero finalmente no lo fue”.

Permaneció sedado durante un mes pero ya el 15 de octubre no había nada que hacer. “Fue un mes justito”.A pesar de su debilidad, la viuda del doctor Óscar Jaime Velásquez dice sentirse muy orgullosa de su esposo. “El se estaba preparando para seguir avanzando en su profesión y había cogido un máster en Urgencias sólo un mes antes. No es fácil llegar desde otra parte. Apenas estábamos empezando a salir adelante. Él estaba dedicado de cuerpo entero a su máster de Urgencias, a su profesión y a sus pacientes”. ”¿Cómo no me voy a sentir orgullosa de la profesión si es una de las profesiones más bonitas que hay?”, sentencia, entre lágrimas Gladys Toro.

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