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Copyright, derechos de autor y otros asuntos enrevesados

  • Cualquier persona que tenga un blog o una página web debe conocer algunos aspectos claves sobre los derechos de autor.

Después del último conflicto de las pensiones que ha involucrado a los autores jubilados que siguen en activo en nuestro país, nos preguntamos qué ocurre en la red, ¿existen los derechos de autor?, ¿cuáles son los peligros de subir contenido que no nos pertenece al mundo online?

A diario aparecen nuevas páginas web y blogs a lo largo y ancho de la internet- esfera. Blogs, nuevas empresas, medios de comunicación, asociaciones y comunidades generan contenido de forma constante; es increíble la cantidad de cosas que pasan en internet en apenas un minuto y el aumento imparable del consumo de contenido en línea. Sin embargo, ¿todo ese contenido es original? La realidad es que no; de forma explícita o bien sin saberlo, en la red se copia mucho contenido en sus múltiples formas, lo que conlleva en ocasiones una violación del copyright. En este sentido, el contenido escrito es mejor de nuestro puño y letra.

Cualquier persona que tenga un blog o una página web debe conocer algunos aspectos claves sobre los derechos de autor. A la hora de comenzar un proyecto online, algunas compañías de hosting te pueden ofrecer imágenes y contenido libre de derechos que se puede utilizar con total libertad. Normalmente, esto depende del proveedor y del plan de alojamiento concreto, pero se puede consultar de forma individual con los servicios de soporte.

Para evitar cualquier problema con terceros, el contenido de una página web debe ser inédito. Si se copia algo en concreto de otra web, lo ideal es solicitar al autor de dicho contenido una autorización. En todo caso, al menos debe contener la fuente del texto, así como un enlace a la página original en la que se publicó.

Una página web sin contenido multimedia no es nada en el mundo online. Las imágenes, el audio y los vídeos pueden ser propios –es decir, creados por nosotros mismos desde cero– o bien de terceros. En este caso, habrá que estar muy seguro antes de poner una imagen que no nos pertenece, ya que podría crearnos problemas. Para aquellos que no desean invertir dinero en imágenes, pueden conseguir material de calidad en innumerables bancos de imágenes de dominio público, sacar sus propias fotografías o realizar diseños originales.

Con los vídeos funciona un poco diferente. Si los vídeos que se suben están publicados en YouTube o Vimeo, es suficiente con insertar el vídeo, ya que automáticamente se crea un link que lleva a la página donde se publicó originalmente.

Y ¿cómo protejo mis propios derechos de autor?

Proteger nuestro propio contenido es también importante, no solo por el hecho de que roben algo que es nuestro, sino también porque quienes cometen el plagio podrían declararse autores del mismo. Para proteger los derechos sobre imágenes, vídeos y textos propios es necesario inscribirse en el Registro Oficial de la Propiedad Intelectual –perteneciente a la Administración del Estado–, en Safe Creative –un registro de la propiedad intelectual independiente de la gratuito– o en Creative Commons –organización sin ánimo de lucro que ofrece licencias de derechos de autor, también de forma gratuita-.

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