aviación Antiguos prototipos a escala

Colosos en el aire, en tierra

Gigantes del aire alcanzando velocidades impensables en el segundo milenio, aviones de guerra, de recreación, máquinas que permitieron conocer las vistas de las aves. Unos colosos del cielo que se hacen pequeños en la tierra en la exposición de aviones a escala ubicada en El Corte Inglés con la colaboración del Museo del Ejército del Aire.

La muestra acoge nueve piezas, siete ejemplares de vuelo y dos motores, manteniendo los números de piezas expuestas el año anterior. Aunque en esta ocasión falta el simulador de pilotaje, muy reclamado anteriormente.

Un turborreactor de la multinacional General Electric es la que ocupa el mayor grueso del espacio cedido en la segunda planta, justo al lado de la zona hostelera. La mayoría de las maquetas están elaboradas a escala 1:10.

Máquinas de guerra con aeronaves que han dado la vuelta al mundo conviven en este lugar donde la imaginación de los amantes de la aeronáutica revolotea como nunca.

Los pequeños paseaban por la muestra con los oídos puestos en las explicaciones de sus mayores, que les traducían las virtudes de cada ejemplar. "Ese avión tiene un piloto dentro, imaginarse que nos montamos los tres", reflexionaba con fantasía un niño que visualizaba la réplica del F-18, quizás la más llamativa por situarse a una altura superior que el resto.

Para hacerse la idea de la potencialidad de este caza, este casi duplica la velocidad del sonido. Tal como podía leerse en todos los carteles explicativos, las marcas mundiales responsables de motores, y a su vez también armas, estaban representadas en gran parte.

Tampoco faltaron reproducciones de aeronaves que batallaron en la Guerra Civil, aviones soviéticos que brindaron ayuda a los republicanos en la contienda de aquel entonces.

La avioneta 'Cuatro Vientos' dio el salto de continentes cruzando sin hacer escala el Océano Atlántico. Una gesta que sobrevoló La Habana, este es uno de los ejemplares no bélicos que existen en la muestra. Un accidente desconocido provocó que hoy no podamos hablar más de las proezas de cruzar medio mundo.

Entre patentes americanas, italianas, francesas, intenta ganarse un ligero protagonismo el autogiro. La creación de este prototipo es española y tuvo su uso mayor por la mitad del siglo XX. Los aviones aquí representados son de la centuria pasada y ya no están en activo.

Uno de los más imponentes ejemplares es el reactor de caza francés cuyas características resultan impactantes sobre todo al leer los 2,350 kilómetros de velocidad que puede alcanzar. El caza cuenta con un historial bélico en muchos de los conflictos mundiales del pasado siglo.

Un paseo por el aire que concluye entre sueños de los más pequeños, entre recuerdos y nostalgias de los más mayores y entre suspicacias de los más jóvenes, que no conocieron bien la actividad que realizaban estas máquinas.

La exposición de maquetas y motores estará abierta al público hasta el sábado próximo

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