Dedicaba Diario de Cádiz hace 100 años un gran espacio a la inauguración de la escultura en la Alameda dedicada a Claudio López Brú, marqués de Comillas, que coincidió con la festividad del Día de la Raza.
El 12 de octubre de 1922 quedó descubierto el monumento, símbolo del esfuerzo de un patriota y con el cual se rindió justicia al reconocer su labor por esta ciudad. Cádiz homenajeaba a América desde el monumento a Claudio López.
“Es un emblema de paz, y su carácter alegórico hispano-americano, así como el pintoresco lugar en que se alza sobre la entrada de la bahía gaditana, parece el saludo de afecto que la nación española dirige a sus hermanos de América”, destacaba la crónica del Diario el 13 de octubre.
Con este homenaje se tuvo en cuenta, principalmente, que de Cádiz partió Colón a realizar su segundo viaje; no para descubrir el camino de Indias sino para poblar y civilizar el mundo descubierto, que en Cádiz tenía la Compañía Trasatlántica su Astilleros y que Cádiz y la Trasatlántica fueron el ‘casi’ único medio de comunicación entre Europa y América durante el cataclismo pasado.
Obra del escultor Antonio Parera y Turina, está tallado en piedra azulada de Murcia y colocado sobre una base de mármol oscuro de Figueras.
“El monumento está cubierto con un tapiz, pintado por el artista Manuel Leal. La orla de dicho tapiz es de estilo renacimiento alemán y se admira una figura de Matrona que, representando a Cádiz, señala sobre un mapa el camino de América para la civilización”, detallaba hace cien años este rotativo.
Comentaba Perera unos días antes de la inauguración que “había conseguido interpretar fielmente la idea que le expuso la Comisión como fundamento de la obra artística”.
Antes de la inauguración se celebró en el Hotel de Francia un almuerzo, que presidió S.A.R. el infante don Carlos de Borbón, capitán general de Andalucía, que representaba en ese acto a S.M. el Rey. También estuvo presente el ministro de Instrucción Pública, Tomás Montejo, y todas las primeras autoridades regionales. El menú servido fue el siguiente: entremeses fríos, consomé en taza, huevos a la Madelaine, langostinos a la Moderna, solomillo, perdiz a la Marachal, ensalada siciliana, souflé de vainilla. Vino, champaña y licores.
La inauguración del monumento comenzó a las cuatro de la tarde del 12 de octubre de 1922 con la lectura del acta de cesión del monumento a la ciudad de Cádiz. S.A.R. don Carlos tiró del cordón y cayó el tapiz que cubría el busto del marqués de Comillas. Seguidamente pronunció un discurso el ministro de Instrucción Pública y desde la calle Calderón de la Barca se presenció el desfile de las fuerzas militares a los acordes de un pasodoble.
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