Después de Semana Santa comenzarán las obras en el aparcamiento subterráneo de Santa Bárbara, una actuación que, además de crear un nuevo equipamiento, afectará a diferentes trabajadores. Ahora explota Santa Bárbara, como un estacionamiento en superficie, Nueva Juventud de Trille. Ayer, Emasa confirmaba que esta entidad pasará a trabajar en el cercano parquing de Santa Catalina, en el Campo de las Balas, que actualmente gestiona la empresa municipal.

El de Santa Catalina, que empezó a funcionar hace año y medio, es provisional: sólo estará abierto hasta que Paradores del Estado reclame el terreno para construir la ampliación del hotel Atlántico. Mientras, allí trabajan cinco personas contratadas a través de una Empresa de Trabajo Temporal que temen perder sus empleos.

Este miedo no es nuevo. Desde que, en marzo del pasado año, la empresa hablara de la posibilidad de compensar a Nueva Juventud de Trille por la pérdida de Santa Bárbara con Santa Catalina, estos trabajadores mostraron su inquietud y dijeron estar dispuestos a realizar unas protestas que finalmente no fueron necesarias: Emasa se comprometió a recolocarlos en las obras de Santa Bárbara y la Hispanidad.

Pero el pasado diciembre ya se anunció que antes del verano comenzarían las obras del subterráneo, a cuenta de Emasa y la multinacional española Isolux Corsán Aparcamientos, sin que nadie se haya puesto en contacto con los trabajadores, y por lo tanto nada saben de la posible recolocación, indican. Los trabajadores explican que ahora es cuando estaba a empezando a rendir frutos la inversión realizada en Santa Catalina, que estiman entre 60.000 y 66.000 euros.

Pero desde Emasa se asegura que no hay ningún motivo de incertidumbre para estos empleados: el compromiso de reubicación de sus puestos de trabajo sigue teniendo la misma validez que antes, por los que estas cinco personas empezarán a trabajar en Santa Bárbara cuando comiencen las obras del estacionamiento subterráneo.