Cádiz Ilustrada Opina

Nuestro patrimonio oculto

  • En la plaza Asdrúbal, frente al actual edificio de la Junta de Andalucía, se ocultó un hipogeo de inhumación fenicio construido en piedra ostionera y hallado en el año 1984

Lugar del hipogeo en la actualidad, en la plaza Asdrúbal.

Lugar del hipogeo en la actualidad, en la plaza Asdrúbal. / D.C.

En nuestro anterior ‘Cádiz Ilustrada opina’ aparecieron varios gráficos sobre el conocimiento que los jóvenes gaditanos tienen del patrimonio de la ciudad, concretamente a la pregunta de ¿conocen los habitantes de Cádiz nuestro Patrimonio? el 71% contestó que lo conocía en algunos casos, indudablemente es difícil que el 100% de los habitantes de cualquier ciudad del mundo conozca completamente el patrimonio de la misma. Mientras que a la pregunta de ¿visitas los elementos históricos de tu ciudad? Eel 60% contestó que algunas veces, sin embargo había una pregunta en la que el 80% de los encuestados contestó que sí, y fue la que se refería a ¿te apetecería conocer el patrimonio de Cádiz? Es significativo que aunque la población no es capaz de ir a visitar nuestro patrimonio por sí misma, sí le gustaría que se lo enseñaran, y es que para cualquier persona que desconozca la parte del patrimonio que se va a visitar, o que no sea erudito en el mismo, lo importante es que haya alguien que se lo describa con el mayor rigor posible. Es verdad que en Cádiz hay empresas que se dedican a enseñar parte de nuestro patrimonio, pero siempre son los mismos lugares y pensados sobre todo en mostrarlo a turistas, aunque también hay algunas visitas guiadas expresamente para gaditanos.

La cuestión es que por mucho interés que se tenga en conocer nuestro patrimonio, por muchas ganas que pongan las empresas especializadas en el tema o algunas asociaciones como la nuestra, lo que por mucho que se quiera es imposible mostrarle al público nuestro patrimonio si está oculto y difícilmente se puede comprender la idiosincrasia de una ciudad si no se conocen todos los elementos que la han conformado a lo largo de la historia, y bendita historia la que tiene Cádiz acumulada a lo largo de sus tres milenios reconocidos, aunque a veces aparecen perlas en arqueología que nos están diciendo palpablemente que son algunos milenios más los que tiene esta ciudad. Es verdad que hay historiadores que niegan los tres mil años de historia continuada de la ciudad de Cádiz, pero también es verdad que nadie puede negar que la ciudad tenga algún que otro milenio más, porque, aparecer, han aparecido restos de habitación y núcleos de población del neolítico que no se han conservado in situ porque en Cádiz a no ser que sea arqueología romana o fenicia lo demás no interesa, y a veces incluso la fenicia también se ha desmontado y desaparecido como se hizo con los restos encontrados en la plaza de San Antonio de un presumible ‘Tofet’.

La excavación se rellenó de albero por quejas vecinales y del yacimiento para visitar nunca más se supo

De ejemplos que echan por tierra la pretendida falta de restos arqueológicos para no asumir los tres mil años de Cádiz son los restos prehistóricos aparecidos en la calle Ceballos, concretamente del calcolítico. En este yacimiento aparecieron restos de paredes y techos en un habitad de aproximadamente cuatro metros de diámetro y que según el arqueólogo Ignacio Córdoba podrían haber sido habitados de manera permanente, es significativo que esta estructura apareció cercana al arroyo Salado, por lo que sus habitantes dispondrían de agua sin tener que hacer largos desplazamientos. También aparecieron restos asociados a un poblado prehistórico en la calle Santo Domingo, 18 que fueron excavados por el arqueólogo Francisco Blanco. No valen argumentos sobre que eran unas simples chozas, y que eso no significa que hubiera una ciudad, ya que si en la actualidad hubiera un cataclismo que causara una gran devastación, dentro de miles de años también pueden aparecer chozas circulares del año 2020, porque aún en la provincia de Cádiz existen este tipo de construcciones. Esto no es argumento para decir que en el 2020 los habitantes de esta zona vivíamos en chozas, y mucho menos en una ciudad como Cádiz que ha estado derribando edificios y construyendo con las piedras del anterio. Así es difícil encontrar un palacio. Ejemplo de la reutilización de piedras de otras épocas se han dado en la casa almohade aparecida en la calle Barrocal el año pasado, en la que se reutilizaron sillares de enterramientos fenicios. Cuando pasen los años nadie se acordará de este yacimiento almohade, al igual que están en el limbo del olvido los restos de la ciudad medieval aparecidos en el antiguo solar de Carpio en la calle San Juan de dios y que parecían ser de la época califal según comentaba el arqueólogo de la Junta de Andalucía Ángel Muñoz en 1995.

Hay que retomar la posibilidad de hacer visitables estas tumbas

En cuanto al ocultamiento de restos arqueológicos vamos a centrarnos en el hipogeo de inhumación construido con piedra ostionera aparecido en la plaza de Asdrúbal frente al actual edificio de la Junta de Andalucía en 1984, en la esquina del edificio que conforma la plaza actual cuando se estaba llevando a cabo su cimentación. El arqueólogo que se encargó de llevar a cabo dicha excavación fue José Ramón Corso Sánchez y nos describe la configuración del hallazgo “formado por nueve cámaras con medianeras comunes […] se hizo una excavación de unos tres metros de profundidad que llegaba a cortar el firme de la roca ostionera: en esta primera fase se dispusieron cinco cámaras, formadas por tres hiladas de sillares en cada pared […] después se añadieron otras dos cámaras paralelas hacia el sur, con la misma orientación y finalmente, otras dos perpendiculares a las últimas, que no pudieron ser excavadas totalmente por encontrarse bajo la calle actual […] La cámara central de las cinco primeras conservaba un hueco en la cubierta de la cabecera, tapado con una piedra menor, y parecía ser la destinada a mantener la relación con el mundo exterior”.

En 1989 'Diario de Cádiz' se hace eco de que aún no se habían iniciado las obras para que ese hipogeo fenicio pudiera ponerse en valor, y eso que las autoridades competentes se habían comprometido en la realización de la infraestructura necesaria para que el público pudiera visitar las tumbas, como le comentó a este mismo diario el director accidental del Museo de Cádiz Cesáreo Martín, aunque argumentó que si aún no se había realizado es porque se le otorgó el proyecto a un arquitecto que nunca lo presentó y que estaban en conversaciones con otro arquitecto, aunque la realización de la escalera necesaria para poder bajar a visitar las tumbas necesitan de un proyecto adecuado a la categoría del mismo.

Lo cierto es que el tiempo pasó, como siempre pasa en Cádiz, la excavación se rellenó con albero por presiones de los vecinos de la zona que no paraban de quejarse de las ratas que había en ese lugar y de la recuperación del yacimiento para poderse visitar por el público nunca más se supo. No fueron estas las únicas tumbas que aparecieron en esa zona ya que según publicaron el año 1990 en la ciudad de Roma los arqueólogos Perdigones y Muñoz, en esa zona aparecieron dos grupos más de enterramientos aunque de menor entidad.

Ahora que se nos avecina una gran crisis a la ciudad por el decaimiento del turismo como consecuencia de la pandemia, hay que retomar la cuestión de hacer visitable este hipogeo y si es posible en resto de tumbas aparecidas en la zona, ya que al ser una plaza o avanzar por la calle, con la supresión de carriles como consecuencia de haber quitado un sentido en el paseo marítimo no hay argumentos para no seguir la excavación. Es hora de poner en valor este yacimiento, de trasladar a esta plaza los restos arqueológicos fenicios que actualmente se encuentran en el Jardín Erytheia, para trasladar desde la plaza de Asdrúbal el acueducto romano al espacio que dejen libre esos restos, con el fin de realizar dos grandes jardines arqueológicos, uno romano en el conjunto Gadeira y otro fenicio en la plaza de Asdrúbal.

Una simple escalera no puede privarnos a los gaditanos de tener un atractivo núcleo turístico en Cádiz. Hay que hacer visibles nuestra arqueología y nuestra historia, la ciudad no puede vivir del aire como los camaleones, y argumentos tenemos para convertirnos en una potencia turística si sabemos aprovechar lo que tenemos. Nuestros políticos no pueden cerrar los ojos ante un conjunto que arqueológico que puede sembrar de riqueza esa parte de la ciudad.

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