Cádiz

Buscando suelos y nuevas oportunidades

  • Blanco insiste en que el alejamiento de la carga desencadenará nuevas vías de ingresos para el puerto

La única manera de huir de la pesadilla de la quiebra o del ahogamiento financiero es buscando nuevos ingresos y nuevos negocios.

Ya la Cabezuela está colmatada y la única manera de sacarle más rendimiento económico es con una conexión ferroviaria que podría multiplicar por dos el movimiento de graneles.

En Cádiz capital, mucho está pendiente de la obra de la nueva terminal. Cabe recordar que más de 90 mil metros cuadrados de suelo podrían quedar ociosos una vez que los contenedores abandonen el Reina Sofía para trasladarse a la futura terminal de la planta Delta. Y el puerto deberá buscar otra utilidad a ese muelle, no sin antes hablar con Teófila Martínez, que espera con un alto nivel de ansiedad acumulada estos suelos para ampliar, de alguna manera, la ciudad.

La alcaldesa se ha llevado mucho tiempo aprovechando cualquier tesitura para recordarle al expresidente Rafael Barra que a la ciudad le vendría muy bien esos suelos. Pero al frente de la APBC se encontraba con un Barra que prefería siempre dejar este tema en lista de espera.

Por contra, Blanco llega ahora al puerto en un momento financiero distinto y el nuevo escenario le obliga a mercadear con todo lo mercadeable para sacar adelante al puerto. Y ve ahí, en los suelos de oportunidad, una fuente de ingresos importante. Y es ahora Blanco el que le busca siempre el tema a Teófila Martínez para ver qué partido se le puede sacar a esos 90.000 metros.

En cuanto al Muelle Ciudad, las nuevas terminales de pasajeros ya suponen un nuevo negocio y una nueva fuente de ingresos que podría, incluso, devenir en la llegada de más cruceros a la ciudad, con lo que ello conlleva en aumento de tasas.

La Cabezuela mueve muchos cientos de toneladas de graneles sólidos pero el tráfico de líquidos es aún un terreno por explorar y podría ser que la Autoridad Portuaria andara ya buscando negocios para ampliar depósitos para graneles líquidos que podrían llevar también consigo nuevos negocio.

De la supervivencia del puerto de Cádiz dependen entre 15 y 16.000 personas, entre empleos directos, indirectos e inducidos, por lo que sigue siendo sin duda la empresa más importante de la provincia. Tan sólo directos son unos 2.150, por lo que es casi más válido el dicho de que hay que luchar no porque la ciudad viva en el puerto sino porque la ciudad viva del puerto.

Y José Luis Blanco llegó al despacho de la APBC en la Plaza de España con otro suelo de oportunidad en la cabeza: Las Aletas.

Pero parece ser que el sueño le ha durado poco porque se ha encontrado de frente con un duro competidor: Zona Franca.

Blanco mantiene, de manera acertada, que convertir Las Aletas en suelo predominantemente portuario salvaría las trabas legales que mantienen el proyecto industrial parado.

La nueva venta del proyecto dibuja a Zona Franca y Autoridad Portuaria como nuevos "gestores" del parque tecnológico. Pero Blanco expresó durante unas jornadas sobre plataformas logísticas un temor, una sospecha o una pesadilla: en los grandes encuentros que se organizan para hablar de Las Aletas "nadie cuenta con nosotros". ¿Un miedo o una predicción?

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