En algún momento de los últimos ocho meses, en medio de la evolución de la epidemia, algún día durante el estado de alarma los partidos políticos decidieron romper ese alto el fuego en el que se venía desarrollando la lucha contra el coronavirus por parte de las administraciones. Y a partir de ese momento, de ese día, el Covid ha pasado a ser un arma más en las manos de cada partido; el de la oposición por lo que hace o deja de hacer el del gobierno, y el que gobierna por lo que no hace o no deja hacer una administración superior. En medio de ese cruce de críticas, el pleno del Ayuntamiento ha aprobado una batería de medidas dirigidas a apoyar e incentivar al comercio y la hostelería como puntas de lanza de autónomos y pequeñas empresas gaditanas. A eso, y a exigir otras medidas y apoyos a la Junta de Andalucía.

De hecho, el Ayuntamiento de Cádiz va a instar a la administración andaluza a revisar sus decisiones respecto a las limitaciones para luchar contra el coronavirus y, en este sentido, ampliar el horario de cierre actualmente establecido a las seis de la tarde. Así lo han acordado los concejales tras las explicaciones de la responsable municipal de Comercio, Montemayor Mures, que consideró ilógica esta restricción, apelando a la “responsabilidad” de comerciantes y hosteleros. “No tiene sentido cerrar a las seis de la tarde, la medida es mala y no ofrece alternativas de ocio”, ha afirmado Mures, que ha indicado que este cierre adelantado no estaba consiguiendo frenar el virus, “que se ha extendido con mayor velocidad”. Por eso, se le pide a la Junta deje a un lado “la criminalización del tiempo de ocio”.

Estos extremos fueron apoyados durante el debate por el Partido Socialista, cuya portavoz (Mara Rodríguez) tampoco comparte el cierre a las seis de la tarde; y de manera indirecta también los apoyó incluso el PP, que se abstuvo en la votación final sólo rechazada por las dos concejalas de Ciudadanos, cuya portavoz (Lucrecia Valverde), ha calificado la propuesta como “totalmente demagógica” ya que “cuestiona los horarios sin fundamento alguno y sin conocer datos epidemiológicos”. “Las medidas son las mismas que están aplicándose en Aragón, en Cataluña o que en su día aprobó el Gobierno central. Así que hablar de persecución de la Junta a la hostelería y el comercio es actuar de mala fe”, trasladó Valverde.

En paralelo a estas exigencias a la administración andaluza, ha aprobado el pleno una serie de medidas que afecta directamente al Ayuntamiento y que, a priori, tendrá ahora que poner en marcha el equipo de gobierno. Como los vales regalo (10 euros de regalo por cada 50 euros de compra) o el aparcamiento gratuito en diversos puntos de la ciudad que plantea el PP para la campaña de Navidad. O como el plan de apoyo a pymes y autónomos que propuso Villero y que contempla ayudas económicas directas y a fondo perdido, aplazamiento de impuestos durante el estado de alarma, ayudas al alquiler de los locales cuya actividad ha cesado durante este estado de alarma, devolución automática de las tasas de terrazas, plan de formación para hosteleros y restauradores, plan para poner en valor la gastronomía de Cádiz, máxima colaboración entre las administraciones, y agilización en la resolución de las ayudas Covid.

Todas estas propuestas se suman a las aportadas por el PSOE, que planteaba una moratoria en la recaudación de impuestos y tasas municipales, un plan de formación dirigido a la digitalización y nuevas tecnologías, una ventanilla única virtual para asesoramiento de pymes y autónomos, concretar el canon de explotación de 2020 para los chiringuitos de playa, flexibilizar la ordenanza de terrazas y dotar de una partida económica extraordinaria a Comercio con fondos que no hayan sido utilizados por todos los eventos que la pandemia haya impedido celebrar.

Toda esta tarea pasa a engrosar el listado de actuaciones encomendado al equipo de gobierno de la ciudad. “En noviembre de 2020, después de estar cayendo la que está cayendo desde marzo”, lamentaba la concejal de Ciudadanos Carmen Fidalgo, que ha pedido celeridad por parte del Ayuntamiento en las ayudas a los comerciantes; la misma celeridad que el Ayuntamiento pide de la Junta mientras la hostelería y el comercio se siguen ahogando en medio de esta epidemia.