Todavía Navidad
San Carlos, una Plaza como eje turístico y monumental
Cádiz, barrio a barrio
El barrio de San Carlos, que comparte nombre con las murallas que representan uno de los restos más visibles de la antigua fortificación del Cádiz del pasado, ha vivido siempre estrechamente ligado al puerto, con imponentes miradores que servían para avistar la llegada de barcos. Hoy en día el muelle sigue siendo esencial por lo que supone el turismo para la zona, con el eje central de la monumental, histórica y ahora reformada Plaza de España
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Situado al noreste de la capital, el barrio de San Carlos no podría entenderse sin la influencia que históricamente ha tenido su cercanía con el puerto. Edificios singulares como la Casa de las Cuatro Torres o la de las Cinco Torres explican el sentido de unos imponentes miradores que servían para avistar antes que nadie la llegada de barcos a una ciudad que por razones obvias siempre ha vivido de cara al mar. El recorrido por 3.000 años concluye con un tiempo actual con el mismo denominador común en ese aspecto. De hecho, el muelle Alfonso XII acapara gran parte del atraque de cruceros que visitan la Tacita de Plata, lo que se traduce en la tan necesaria presencia de turistas, siempre con la monumental y ahora reformada Plaza de España como eje central.
Rodeado por edificios institucionales que albergan la Delegación de Gobierno, dependencias de la Junta de Andalucía, la Autoridad Portuaria y, en el más destacado de todos, el antiguo de la Aduana, la sede principal de la Diputación Provincial, el emblemático enclave está presidido en la zona central por el Monumento a la Constitución de 1812. Erigido un siglo después al confluir en este proyecto los diseños del arquitecto Modesto López Otero y del escultor Aniceto Marinas García, precisó de la ampliación de la plazoleta del Carbón, ganando terrenos al mar, hasta obtener el espacio adecuado para la colocación de un monumento conmemorativo del primer centenario de la Carta Magna promulgada en Cádiz y conocida como La Pepa.
A seis años vista para que se cumpla un siglo de la finalización de los trabajos que culminaron con uno de los monumentos más visitados de la ciudad, la Plaza de España presume de nueva imagen tras una reforma que ha desplazado el tránsito de vehículos para hacer realidad el demandado sueño de la semipeatonalización, que incluye también las calles Costa Rica y Argüelles, en este caso incluso con una cámara de vigilancia. Pasear con toda la tranquilidad del mundo por las calles que rodean el recinto interior de la plaza no tiene precio, aunque las obras parecen todavía inacabadas al observarse el deteriorado aspecto de muchas de las zonas ajardinadas. También llama la atención la presencia de un novedoso aunque minúsculo espacio reservado y equipado como parque infantil.
En general, el barrio de San Carlos sobresale por la presencia de numerosas sedes institucionales. Además de las ya mencionadas, en Las Tres Carabelas se encuentra una oficina del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y en la calle Isabel La Católica se concentran el Centro de la Mujer de la Junta de Andalucía, el Archivo Municipal, el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Cádiz, una de las dependiencias de los Servicios Sociales del Ayutamiento de la capital, la Consejería de Desarrollo, Educación y Formación Profesional y la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación. El estrecho nexo del barrio con las empresas de comunicación se rompió al trasladar sus sedes Canal Sur Radio y Televisión, durante años en el edificio que hace esquina en Rafael de la Viesca con la Plaza de España, y la Cadena Cope, con sus instalaciones antaño en Argüelles.
La vinculación con el ámbito académico se prolonga con la existencia de tres colegios o institutos: Celestino Mutis, de Enseñanza Infantil y Primaria;las Carmelitas, que celebra en este 2023 su 150 aniversario, de Infantil, Primaria y Secundaria, y el Cornelio Balbo, de Secundaria.
No saca nota la barriada, en cambio, por una amplia oferta hostelera. Más allá del popular Balandro y los establecimientos de la calle Zorrilla, en la conexión con el comienzo de la Alameda Apodaca y su atractivo kiosko con terraza para disfrutar de las vistas, apenas se encuentran locales en los que desayunar, almorzar, cenar o tomar una tapa y una caña o un refresco, en especial en las inmediaciones de la Plaza de España. Se pueden contar con los dedos de una mano: en Argüelles, El Almanaque y La Nueva Taberna; en la esquina de Plaza de España con Rafael de la Viesca, Bar 1ª de Labra; en la Calle República de El Salvador, Casa Tomás, y en la Plaza de la Hispanidad, el Bar El Artesano.El histórico Mesón La Piconera, transformado después en el Restaurante Monte y Mar, en la parte más próxima de la calle Honduras con los túneles de las murallas de San Carlos, cerró sus puertas hace aproximadamente un año y así permanece.
Tampoco abundan tiendas de cualquier otro tipo, en este caso por desgracia para los vecinos. Cerrado el único almacen que había en Las Tres Carabelas, el Ultramarinos Honda, en la Calle Fermín Salvochea, se ha convertido en un socorridísimo punto de compra que los más antiguos del lugar siguen conociéndo como el Almacen de Paco, que lo inauguró a principios de los 70. Hoy en día lo regenta su hija Rosa, que explica que, al estar el barrio alejado del meollo del Carnaval, la Semana Santa y la playa en verano, la actividad normal del negocio sólo se altera por el bullicio en la entrada y salida de alumnos en los colegios, la llegada de cruceros y el crecimiento de los apartamentos turísticos. En la misma calle destacan igualmente tiendas como la Frutería Chico, la Papelería Mio Cid, que precisamente cumple este año medio siglo ya dirigida por las hijas de quien siempre dio nombre al negocio, Gonzalo, y, ya en la esquina con la Alameda, un exclusivo establecimiento de vinos, gourmet, llamado a Magerit. La farmacia de Argüelles echó la baraja hace tiempo y en la zona sólo ha quedado abierta la de Las Tres Carabelas. Un par de centros médicos y una residencia geriátrica completan la lista de establecimientos destacados en un barrio en la que los propios vecinos destacan cómo se nota especialmente el envejecimiento de la población.
Las propuestas deportivas en la barriada se reducen al Pabellón del Náutico, público, en la Plaza Filipinas, justo en el acceso a la Punta de San Felipe, y el macrogimnasio del muelle, privado y que en pocos años se ha convertido en todo un referente por su amplia y variada oferta. Ello, obviamente, al margen del Club Náutico de Cádiz y Puerto América.
En cuanto a las opciones para acercarse al mundo de la cultura y/o el espectáculo, la Sala Central Lechera, en Argüelles, se presenta como la única propuesta digna de mencionar, al margen de cualquier actividad que pueda programar de forma puntual Diputación en el Palacio Provincial.
El ocio, décadas atrás emergente en la zona merced a locales en la mismísima Plaza de España, en Argüelles y, sobre todo, en la Calle Manuel Rancés y en la Punta de San Felipe, languidece poco a poco. Apenas unos cuantos locales sobreviven, víctimas de restricciones, especialmente horarias, que por otra parte en su momento fueron bienvenidas.
Por último, sí merece reseñar la buena comunicación de San Carlos con extramuros y otras localidades gracias a que junto a la Diputación Provincial, en la parte más cercana a la hoy conocida como Rotonda de los Periodistas, se hallan las paradas principales de los autobuses urbanos, que albergan todas las líneas excepto la 7, la que discurre por el Campo del Sur. Del mismo modo, en las inmediaciones también están las paradas, inicio y final, de las líneas de transporte de autobús que unen Cádiz con San Fernando, Chiclana, Puerto Real y El Puerto. Eso sí, las de media y larga distancia abandonaron su sede en el conocido como edificio de Comes para trasladarse a la nueva estación ubicada en la Avenida de Astilleros, la Carretera Industrial de toda la vida.
Lo mejor
Pensando en el turismo
Aparte de los Astilleros, Cádiz no goza precisamente de una gran salud industrial, así que, guste o no, está condenada a mimar el turismo. Esto explica el esfuerzo en estos últimos años, con iniciativa pública y privada, por aumentar la oferta de plazas para dar acogida a los viajeros. En este sentido, la barriada de San Carlos puede presumir de la apertura de un hotel de dos estrellas en una de las fincas de la Casa de las Cuatro Torres, edificio emblemático y aún muy desaprovechado, en Argüelles, así como la puesta en funcionamiento de numerosos apartamentos turísticos en diversas fincas, destacando las existentes en la Casa de las Cinco Torres, en plena Plaza de España. Se ha avanzado pero todavía queda mucho por recorrer.
Lo peor
Aparcar, un imposible
La semipeatonalización de la Plaza de España, un necesario sueño hecho realidad, conlleva la pérdida de aparcamientos en una barriada en la que desde luego no sobran los estacionamientos para vehículos. Para los vecinos se han ido tomando iniciativas durante los últimos años para paliar la grave situación: zonas verdes, de pago mensual y en la que no pueden aparcar nada más que residentes, además de los parking en superficie de la Punta y del Muelle. El privado de la antigua estación de Comes también supuso un alivio. Para quienes llegan de fuera, zonas azules y naranjas, éstas más caras, aparte del parking de Canalejas. Escasa oferta para tanta demanda, sin duda una invitación para acceder al centro andando o con transporte público.
Las claves del barrio
Terrazas, más demanda que oferta
Resulta llamativa la falta de terrazas en la que tomar un café en la Plaza de España. Inexplicable en un lugar frecuentado por turistas. El Bar 1ª de Labra mantiene una pugna con el Ayuntamiento para recuperar la que tenía en la esquina más próxima a Rafael de la Viesca.
Murallas, un balcón olvidado
El Paseo de las Murallas de San Carlos lleva décadas sin una necesaria puesta en valor. Un lugar privilegiado pero sin utilidad práctica. En cuanto a las bóvedas, muchas cerradas, más de lo mismo. La 14 y 15 aún las ocupa la afamada Banda de Cornetas y Tambores Virgen del Rosario.
Punta de San Felipe, de más a menos
Poco queda de la majestuosa obra que a finales de los 80 integró el Paseo Pascual Pery en la ciudad. El deterioro, las más de las veces por el vandalismo, y la suciedad se han impuesto en un lugar que ni siquiera sigue siendo referente para el ocio. Asignatura pendiente del barrio y la capital.
Sin iglesias, pero...
San Carlos alberga las capillas de Corpus Christi, en Argüelles, y del Caminito, en Isabel la Católica; las casas de hermandades de Angustias, Vera-Cruz y Amor, y las congregaciones de Carmelitas Descalzas y Hermanas Terciarias Franciscanas del Rebaño de María.
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