“No acabo de entender esa oposición a las terrazas de bares y restaurantes, que a diario pueden llegar a dar servicio a más de 50.000 personas, generando empleo y completando la oferta turística de una ciudad que vive de esto”. Antonio de María, presidente de la patronal hostelera Horeca, confiesa estar “dolido” por la reciente demanda al Ayuntamiento de ocho colectivos de que controle lo que entienden como “excesos de ocupación del espacio público” con terrazas de bares y restaurantes. A esto suman las molestias que generan algunos usuarios a altas horas de la noche y la creciente turistificación de la ciudad.

“No entiendo cómo se puede tener esa visión tan pequeña de una actividad que sólo reporta beneficios a la ciudad, sobre todo por parte de Facua, ¿o no son consumidores los que se sientan en las mesas? No es sensato”, insiste De María. La cifra de 50.000 usuarios sale de las 400 terrazas que hay montadas en la ciudad, según el censo municipal, explica el presidente de los hosteleros, que calcula una media diez mesas, cuatro comensales y más de tres rotaciones en cada una.

Tampoco está de acuerdo De María con la “flexibilidad” que asegura que está teniendo el Ayuntamiento con los hosteleros que ya disponían de autorizaciones a la hora de volver a solicitarlas para cumplir con la nueva ordenanza vigente desde final de julio. “Salvo alguna excepción, que puede que la haya, ya cumplen con la nueva normativa y aún así nos vemos obligados a presentar nuevos planos en los que hay que recoger hasta la ubicación de husillos y palmeras. De hecho, hemos tenido que contratar a personal externo para hacerlo”, asegura.

"Hay casos que son un auténtico crimen"

Lo que sí corrobora el presidente de los hosteleros gaditanos es la “inflexibilidad” con la que reconoce el Ayuntamiento estar tratando a los nuevos establecimientos que pretenden colocar una terraza o velador en la calle. “Hay casos que son un auténtico crimen porque quien acaba de abrir es quien necesita más apoyo. Es indignante que no te dejen montar una terraza después de haber presentado toda la documentación que te exigen sólo porque te falta un papel [la concesión de la autorización] porque el funcionario responsable de este asunto esté de vacaciones”.

De María pone el ejemplo de un establecimiento de reciente apertura en el Callejón del Tinte que montó una terraza en la Plaza de Mina, al pie de la fachada del Museo Provincial, y que tuvo que retirarla. “La montó donde le dijeron en la Concejalía de Vía Pública que la montase. Y la tuvo que quitar porque el permiso no le había llegado. Por eso la ha tenido que colocar donde le permite la licencia antigua del establecimiento, que es la que tiene vigente”, explica.

Eliminar aceras en La Palma

En la calle de La Palma, la más saturada de terrazas sin duda de la ciudad, Horeca ha propuesto la eliminación de las pequeñas aceras todavía existentes y pegar a las terrazas a las fachadas de manera que se gane un metro de paso peatonal central, habitualmente colapsado en horas de máxima afluencia.

Respecto a la polémica que envuelve a la Plaza de San Agustín el presidente de Horeca niega que allí se incumpla la regla por la que las terrazas no deben superar un tercio del total del espacio público: “No se la contempla como un espacio singular en la ordenanza y por lo tanto no es de aplicación. Además, tiene una segunda parte junto a las calles Rosario y Cardenal Zapata. En cualquier caso ¿no está mejor ahora que cuando estaba la casa palacio abandonada?”.