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Bares y restaurantes | Cádiz

“Llevo casi un año esperando la terraza para poder abrir el bar del Mercado de La Paz”

  • Andrés Muñoz no se explica cómo el Ayuntamiento puede demorar tanto una licencia imprescindible para empezar a trabajar

  • “No nos contestan, y eso que rectificamos cada vez que no lo pidieron y cumplimos con la ordenanza", dice el arquitecto que lleva los trámites

  • La primera solicitud registrada es del 11 de marzo de 2020, pero a Vía Pública solo le consta desde noviembre del año pasado "la penúltima mal planteada"

Andrés Muñoz, ante la explanada del Mercado de la Paz, al fondo, donde ha solicitado permiso para instalar la terraza del bar.

Andrés Muñoz, ante la explanada del Mercado de la Paz, al fondo, donde ha solicitado permiso para instalar la terraza del bar. / Lourdes de Vicente

Cuando Andrés Muñoz Rodríguez oye al alcalde o algún miembro del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz hablar de ayudas y facilidades para los hosteleros enmedio de esta pandemia que está castigando al sector casi como a ningún otro desde hace casi un año no puede reirse por no llorar, como reza el dicho, porque su situación es, literalmente, para llorar.

Hace más de un año, Andrés y su hermano Ramón, que regentan también el bar restaurante Viento de Levante, atendieron a la llamada de un representante de la propiedad del recién inaugurado Mercado de la Paz. Como cualquier mercado que se precie, este que por fin se acababa de estrenar y que venía a dignificar con estándares de alta calidad el hasta entonces más que precario existente en la calle Alcalde Blázquez necesitaba de un bar donde comerciantes y clientes pudiesen desayunar, tomarse el aperitivo y, por qué no, incluso comer el pescado recién comprado en uno de sus puestos. Quiénes, mejor que ellos, con una larga trayectoria en hostelería y más que buenos conocedores del barrio, para hacerlo posible.

Andrés y Ramón no lo dudaron ni un momento. Ellos eran capaces de dar un buen servicio allí y aquello tenía visos de ser un negocio con futuro. Sobre todo si en algún momento falla el otro, que ha ido viento en popa desde que abrió. De hecho, el bar se llama Nuevo Viento de Levante. Así que pidieron un crédito y se metieron en una obra de unos 40.000 euros para vestir y equipar el local, que lo recibían en bruto.

El único requisito que veían imprescindible para que el proyecto resultase viable, ya antes de que estallase la pandemia y de que comenzasen las restricciones para frenar la expansión del Covid-19, era contar con una buena terraza. El local, como el propio mercado, es pequeñito, de apenas 45 o 50 metros cuadrados. Así que solicitaron permiso para montar una terraza en la amplia explanada que antecede la entrada al mercado por la calle Barbate. Fue a mediados de marzo del año pasado, tres días antes de que se decretase el estado de alarma y el cierre de toda actividad no esencial.

Solicitud de ocupacion de espacio público para una terraza. Solicitud de ocupacion de espacio público para una terraza.

Solicitud de ocupacion de espacio público para una terraza. / D. C.

Víctor Gómez, el arquitecto que les hizo el proyecto, que inició los trámites y que no ha dejado de insistir y de desvelarse por el asunto durante todo este tiempo, aporta a este periódico una copia de la solicitud de permiso para la ocupación de vía pública presentada en el Registro General del Ayuntamiento de Cádiz, cuya entrada data concretamente del 11 de marzo de 2020 y que está a nombre de Hostelería Hermanos Núñez Rodríguez SL.

Solicitud para la instalación de una marquesina. Solicitud para la instalación de una marquesina.

Solicitud para la instalación de una marquesina. / D. C.

Exactamente en esa solicitud Andrés y Ramón piden permiso para la colocación de veinte mesas con un total 80 sillas para cada uno de los cuatro trimestres de 2020. Además, Ramón, en nombre de la sociedad que cogestiona con su hermano, solicita también licencia para la instalación de una marquesina que proteja a la clientela del viento y las inclemencias del tiempo. Obviamente, el arquitecto presenta en su momento toda la documentación que se le exige: propuesta, memoria y plano de planta con medidas exactas y distancias, el correspondiente fotomontaje con el mobiliario...

Y comienzan a pasar los días y las semanas, ya metidos en el confinamiento, y no hay respuesta, según relata Víctor, que llamaba periódicamente a Urbanismo y Vía Pública para saber cómo iba el expediente. Y pasan los días, las semanas y los meses después del confinamiento y de la reapertura de toda la hostelería.

“Hasta el momento, nunca hemos tenido una respuesta por escrito, ni a favor ni en contra. Como aquello se iba demorando, yo llamaba cada semana al técnico y él me decía, de manera extraoficial, que es que allí no se puede poner una marquesina, que si no se cumplía con este o con otro requisito de la nueva ordenanza, que si el paso para los Bomberos, que si no puede ir una parte cubierta y otra sin cubrir, que si tengo que hablar con el concejal, que si había un comerciante ambulante que desde hacía muchos años tenía licencia para montar allí su puesto los sábados, que si le presentaba un nuevo proyecto con las rectificaciones tendríamos pronto respuesta positiva... atendimos a todos los cambios que nos plantearon, nos dijeron que ya habían llegado a un acuerdo con el vendedor ambulante y a día de hoy seguimos igual:sin respuesta del Ayuntamiento a nuestra solicitud”, relata el arquitecto. “Y es que no hay ningún motivo de denegación”, aclara Víctor Gómez.

"Hemos cumplido con todos los cambios; no entendemos qué está pasando"

Mientras tanto, Andrés y Ramón, que tienen licencia de primera ocupación desde el pasado verano, vienen pagando religiosamente el alquiler del local, un esfuerzo que están consiguiendo mantener gracias a las facilidades que les está brindando la propiedad. “No entendemos qué está pasando. Estamos indignados. Nosotros no exigimos nada, nos hemos ido adaptando a todos los cambios que nos han propuesto. Pero hace tiempo que sobrepasamos el límite de lo que económicamente podíamos asumir y si no nos conceden la terraza, el negocio y la contratación de las cinco personas que teníamos prevista serán totalmente inviables”, lamenta Andrés.

Pese a que la primera solicitud de permiso de ocupación de la vía pública es de marzo del año pasado, fuentes del Ayuntamiento de Cádiz consultadas por este periódico respondieron que, según Vía Pública, “la penúltima propuesta mal planteada” presentada por Nuevo Viento de Levante SL data de noviembre del año pasado, que consiste en la instalación de 28 mesas y que el técnico ya le ha comunicado al arquitecto cómo debe rectificarla, de manera que Andrés y Ramón, “llevarían esperando la concesión del permiso, como mucho, unos tres meses”.

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