Banquetes de Alfonso XII en Cádiz

Historias de Cádiz

Visita oficial del Rey de España en marzo de 1877 l Honores a bordo del buque de guerra británico Minotaure l Vajilla 'Colón' traída expresamente del Palacio Real de Madrid

Alfonso XII a bordo del buque insignia británico Monotaur.1877
Alfonso XII a bordo del buque insignia británico Monotaur.1877 / Ilustración Española

En marzo de 1877 el rey Alfonso XII visitó oficialmente Cádiz por vez primera. Era un rey muy joven, de apenas 19 años, y llegaba rodeado de enorme popularidad. La monarquía había sido restaurada después de unos años de caos y el joven Alfonso había logrado acabar con las guerras carlistas.

El Monarca llegó a bordo del fragata Vitoria, que formaba parte de la escuadra mandada por el ministro de Marina, almirante Antequera. Unos días antes había fondeado en la bahía de Cádiz una poderosa escuadra británica al mando del vicealmirante Beauchamps de Seymour, con la misión diplomática de rendir honores al nuevo Rey de España.

La llegada de don Alfonso a Cádiz fue espectacular, con la batería de San Felipe y los barcos ingleses disparando salvas de honor y la Vitoria respondiendo al cañón a los saludos. Los barcos españoles fondearon, junto a los británicos, frente al castillo de Puntales.

La costumbre en aquellos años imponía que le fueran ofrecidos al Rey espléndidos banquetes y que el monarca respondiera a su vez con otros banquetes no menos espléndidos. Para este viaje las cocinas reales fueron divididas en tres secciones. La primera de ellas, a bordo de la Vitoria, para el servicio diario del Rey; la segunda, a bordo de la corbeta África, que navegaba con cierto adelanto para preparar los banquetes en tierra y comprar los víveres oportunos; la tercera sección marchaba por tierra con las vajillas, cuberterías, centros de flores y demás material necesario para ofrecer un banquete de lujo sin que nada faltara, como si fuera servido en el propio Palacio Real de Madrid.

Al frente de todo este servicio real llegó a Cádiz el jefe superior de Mesa y Servicio de S.M., el conde de Sepúlveda, ayudado por el Jefe de Oficios de los Reales Palacios, José Santamaría. Como jefe de Cocinas llegó el maestro Carlos Cuadra.

Para hacernos una idea de la importancia que se daba a estos banquetes, baste señalar que la vajilla para el banquete que don Alfonso ofreció a los marinos ingleses fue traída expresamente de Madrid. Mariano Pardo de Figueroa, doctor Thebussem, que se refiere a este banquete en sus escritos de La Mesa Moderna, señala que la magnífica vajilla de plata era la llamada 'Colón', realizada por el platero Ramón Espuñes. Actualmente esta vajilla 'Colón' pertenece al Patrimonio Nacional y se expone al público en determinadas ocasiones

Curiosamente la Marina recibió la orden de tener preparados en este viaje real a los suficientes marineros por si los miembros del servicio del Rey se mareaban durante la navegación. Lo que, por otra parte, ocurrió en varias ocasiones durante la travesía de Barcelona a Cádiz.

El banquete de la Marina británica al Rey de España tuvo lugar en la tarde del 23 de marzo a bordo del buque insignia Monotaur, fondeado frente a Puntales. Don Alfonso había visitado previamente ese mismo día la Casa Cuna, Capuchinos y Bellas Artes.

La expectación hacia ese banquete era enorme, y la prensa de la época aseguraba que sería servida en vajilla de oro enviada directamente desde la Casa Real Británica como homenaje al nuevo Rey de España El banquete, sin embargo, fue de enorme sencillez y sujeto a las normas de la cortesía y tradición naval. Asistieron 29 personas y ninguna autoridad civil. Mariano Pardo de Figueroa, doctor Thebussem, asegura que pudo asistir autorizado por el almirante español y vestido de mozo de comedor para conocer las costumbres inglesas que tanto le interesaban. Según el escritor de Medina Sidonia no hubo vajilla de oro ni nada parecido y los españoles quedaron muy sorprendidos de encontrar carne en el menú habida cuenta que se trataba de un Viernes de Dolores, día de Vigilia .

Alfonso XII agradeció el banquete en perfecto inglés, ya que durante el exilio de la familia real española había estudiado en la Academia Militar de Sandhurst.

La devolución de esta visita tuvo lugar al día siguiente en la Capitanía General de San Fernando. En esta ocasión el banquete se sirvió en la fabulosa vajilla 'Colón', traída expresamente de Madrid para la ocasión. Por las crónicas de la época sabemos que fueron servidos trece platos distintos y siete vinos, asistiendo un total de 70 comensales.

La visita del Rey Alfonso XII a Cádiz continuó durante otros dos días, con visitas a lugares de interés como la Fábrica de Tabacos o la factoría de Antonio López en Matagorda, que el Rey conoció con todo detalle.

Durante su visita a El Puerto de Santa María el Domingo de Ramos , 25 de marzo, el Rey fue obsequiado por Moreno de Mora en sus bodegas. Ese mismo día por la noche, el Ayuntamiento y la Diputación Provincial ofrecieron a don Alfonso un banquete en las Casas Consistoriales con asistencia de 84 personas. Trece platos fueron servidos a los comensales, según nos cuenta uno de los cronistas del viaje Real, José C. Bruna. Curiosamente y pese a que era el Ayuntamiento quién ofrecía el banquete, únicamente pudieron asistir el alcalde, José de la Viesca y dos concejales.

El Casino Gaditano ofreció organizar un baile en honor del joven monarca, pero se le indicó que el programa de la visita era muy apretado y con exceso de banquetes. En su lugar el Casino organizó una velada el Teatro Principal con intervención del compositor gaditano Jerónimo Jiménez y, a continuación, un pequeño refrigerio.

Sin duda este acto fue el de más agrado para el joven Rey, ya que el concierto terminó a las diez de la noche y el monarca continuó charlando hasta las dos de la madrugada con varias señoritas y unos socios del Casino encabezados por su vicepresidente Luis Abárzuza.

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