El Ayuntamiento inicia el proceso para expropiar la Casa del Almirante
El propietario tiene dos meses para solicitar una nueva licencia de obras y si no lo hace la finca puede ser subastada en seis meses Los trabajos del hotel llevan parados desde 2011
El Ayuntamiento de Cádiz ha puesto en marcha la maquinaria para sacar de su abandono otro edificio histórico de la ciudad, la Casa del Almirante, llamada en su día a albergar un hotel de cinco estrellas y cuyas obras llevan paradas desde el año 2011.
Martín Vila, primer teniente de alcalde de la Corporación municipal, anunció ayer que la Junta Local de Gobierno ha decidido dar un plazo de dos meses a la promotora para que vuelva a presentar una licencia de obra, ya que esta expiró hace bastante tiempo y no se le observa intención de continuarlas. "Pasado ese tiempo -dijo el concejal de Ganar Cádiz- la finca pasará al Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas. A partir de ese momento el propietario tiene seis meses para presentar un proyecto, y en caso de que esto no se produzca se realizará una tasación de la finca y se sacará a subasta pública". En caso de que no se presente nadie se convocará una segunda subasta a la que ya sí podrá acudir el Ayuntamiento y adjudicarse la finca merced a un justiprecio.
En la práctica, este proceso no es más que una expropiación de una finca que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y que lleva años abandonada en medio del Pópul, ese mismo barrio que confiaba que la apertura de un establecimiento hotelero de categoría actuara como motor económico de la zona.
El empresario Honorio Aguilar fue quien cogió con fuerza este proyecto hotelero en la Casa del Almirante, pero su castillo de naipes se vino abajo cuando las subvenciones de las diferentes administraciones dejaron de llegar. De repente, un día los obreros dejaron de acudir a los tajos, los materiales empezaron a desaparecer, y quienes aparecieron fueron los vándalos, que se llevaron desde las conducciones de luz y agua del establecimiento hasta las ventanas, dejando prácticamente el esqueleto de un sueño que el Ayuntamiento ahora quiere recuperar. "Con este paso -resaltó Vila- ponemos todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición para garantizar que las fincas de la ciudad cumplen con el papel social que deben tener, porque tenerlas vacías no causa ningún bien a la ciudad, sino todo lo contrario".
Además, el Ayuntamiento se ve obligado a contactar también con el propietario del edificio "para que nos dejen entrar y realizar una gran limpieza en su interior, ya que nos han llegado denuncias por parte de la asociación de vecinos Tres Arcos quejándose de la presencia de ratas en el edificio, algo que no vamos a permitir", aseguró.
El pasado 2014 la finca ya fue ofrecida al Ayuntamiento por una cantidad inferior a los tres millones de euros, aunque entonces descartó esta posibilidad al considerar que la cantidad era bastante elevada para sus arcas. Esta negativa municipal hizo que el BBVA empezara el proceso para hacerse cargo del mismo ante los incumplimientos de su propietario, aunque la tramitación se ha dilatado más de lo que deseaba y finalmente la Casa del Almirante podría ser expropiada próximamente.
Antes de que el estallido de la crisis se llevara por delante el proyecto, estaba previsto que el hotel de la Casa del Almirante contara con una veintena de habitaciones y una cafetería. Según el promotor, el hotel estaba construido en un 80% cuando se detuvieron los trabajos, si bien nunca se permitió a los medios de comunicación una visita al interior del inmueble que pudiera corroborarlo.
Si finalmente el Ayuntamiento se hace con la finca habrá que ver qué uso podría tener finalmente.
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