La Junta de Gobierno Local ha aprobado la asignación del edificio del Casino Gaditano a la Delegación Municipal de Cultura, sin perjuicio de la adscripción del IFEF (Instituto de Fomento, Empleo y Formación) de la segunda planta de este inmueble, donde se encuentra el Centro de Negocios, y de la reserva de usos para la entidad social del Casino Gaditano.

En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, la portavoz Ana Fernández ha explicado que se ha dado este paso “porque la intención municipal es reforzar las funciones culturales de este edificio, integrándolo con un espacio de cultura municipal con vida, actividad y dinamismo”.

El edificio del Casino es propiedad municipal desde que se firmara en los primeros días de 2009 un convenio entre el Ayuntamiento de Cádiz, con Teófila Martínez como alcaldesa, y la propia sociedad del Casino, presidida ya entonces por Miguel Nuche.

Por este convenio, el Casino gaditano se comprometió a donar en el año 2009 en propiedad al Ayuntamiento de Cádiz el inmueble con el que también se incluía la biblioteca y todos sus fondos, el mobiliario y los enseres.

Por su parte, el Ayuntamiento se comprometía –como carga o modo inherente a la donación- a aceptar a colaborar económicamente con el Casino Gaditano para que éste pudiera cancelar los prestamos financieros con otras entidades con cuatro pagos de 216.000 euros.

Mientras tanto, los socios del Casino Gaditano recibían un derecho de uso durante 25 años de algunas dependencias de la planta baja que han venido usando.

Posteriormente, en el año 2014 hubo otro convenio entre el Ayuntamiento y la Zona Franca por la que éste ubicaba un centro de negocios en la segunda planta, que ha estado gestionando hasta noviembre de 2019, mes en el que el Ayuntamiento decidió no renovar el convenio. A pesar de ello, desde entonces los empresarios siguen ubicados en ese espacio aunque de manera precaria, porque aún no se ha formalizado legalmente un nuevo vínculo con el que ahora es el gestor de ese centro, el Ayuntamiento de Cádiz a través del IFEF.

Ana Fernández no concretó nada acerca de los usos culturales y se remitió a que en el mes de septiembre se hará público el destino que tendrá todo el edificio pero advirtió que “la idea es que convivan los tres intereses”, es decir, el municipal con un aspecto cultural, el social de la entidad del Casino y el económico con el centro de negocios.

Fernández ha resaltado que no se va a dejar a nadie fuera “pero sí le vamos a dar una visión diferente a ese espacio que nos parece que está en un enclave privilegiado y que podía tener un uso más activo del que tiene ahora mismo”.

El edificio, que tiene el mayor grado de protección urbanística, está deteriorado tanto en lo que se refiere a la fachada como en el mantenimiento en el interior. Fernández también señala que primero se va a ver el uso, “concretar qué personal va a estar allí y, en base a todo ello, se verá las necesidades que tiene de remodelaciones u obras”.