El Ayuntamiento de Cádiz está a punto de cerrar el proceso de exhumación de restos de ciudadanos que fueron fusilados en la ciudad tras el golpe de Estado de 1936. El proyecto, cumpliendo la Ley de la Memoria Histórica y que ha contado con el apoyo de Cemabasa (la empresa pública que gestiona varios cementerios en la Bahía) y la Junta de Andalucía.

Aunque los archivos del cementerio gaditano incluyen 300 personas enterradas que murieron tras ser fusiladas entre 1936 y años posteriores, se han logrado localizar restos de 97 personas con signos de violencia. A ello se le une una treintena de cuerpos que habían muerto violentamente en las cárceles de la Bahía también en esta época.

El alcalde, José María González, y el concejal de Memoria Histórica, Martín Vila, rindieron este jueves un homenaje a todas estas víctimas, y a quienes han podido recuperar a sus familiares fallecidos tras el golpe.

"Hoy Cádiz recupera la dignidad y la memoria de las víctimas de esta etapa tan oscura de nuestra historia. En su día nos dijeron que (recuperar estos restos) iba a ser una tarea imposible", destacó Vila, mientras que el alcalde manifestó que con la culminación de estos trabajos "damos por cumplido un compromiso de 2015 por el que hemos dignificado a todas las personas asesinadas y a las familias a las que se ha denegado (durante décadas) saber el lugar donde se encontraban (sus restos)".

Restos localizados en la fosa común.

Hasta el momento sólo se han podido entregar los restos de dos fusilados a sus familiares, tras realizarse las pruebas genéticas. En este sentido, Vila lamentó la lentitud con la que se estaban realizando en un laboratorio de Granada los análisis del ADN de otros 38 restos. Pidió el edil a la Junta que "debe financiar económicamente este trabajo" para evitar nuevos parones.

El Ayuntamiento ha elaborado una serie de documentación para explicar toda esta etapa en los centros educativos "que ha sido muy bien recibida", igualmente se han organizado visitas de institutos, incluidos de otros puntos de la provincia, para ver el desarrollo de la búsqueda de restos. "El fundamental esta divulgación porque es necesario conocer nuestro pasado para que no se vuelva a repetir", constató el alcalde.

Cerrado ya el proceso de exhumación ligado a la Memoria Histórica, y la recuperación de los bebés robados, ahora el Ayuntamiento remitirá toda la información a la Junta para proceder al cierre de la fosa donde se ha ido trabajando en los últimos meses. Una vez que la administración regional se dé por enterada se iniciará la fase de desalojo de todos los restos que quedan en el cementerio, ajenos a la Memoria Histórica, antes de urbanizar este espacio urbano y convertirlo en un nuevo parque para la ciudad.