"Estoy en un lugar en el que nunca soñé encontrarme"

A Javier Labandón, más conocido en los foros sonoros como El Arrebato, la música le puede. Tras un largo y necesario parón para "desconectar", el cantante y compositor sevillano publicó en 2017 su noveno disco, Músico de guardia, con más ganas que nunca, con canciones con mucha energía positiva para seguir encandilando a un público fiel. Mañana se presenta, a las 22.30 horas, en el Concert Music Festival de Sancti Petri.

-A lo tonto son ya casi veinte años de El Arrebato en el panorama discográfico. Cuando echa la vista atrás ¿qué se ve?

-Lo que siento es mucha satisfacción y orgullo porque me veo en un lugar en el que yo nunca soñaba estar cuando empecé en la música, no era tan ambicioso. Ya estoy hablando con mi compañía para hacer algo especial en el veinte aniversario de mi estreno discográfico, algún concierto o DVD.

-Pero usted no se relaja, mira al frente, es un Músico de guardia, o al menos así se define en su último disco. ¿Siempre alerta por si surge una canción?

-La verdad es que todos los días me levanto con la ilusión de hacer la canción más bonita del mundo. Hace uno años hice una parada en el camino para intentar desconectar de la música y descubrí que para mí la desconexión, precisamente, era al final la música. Todo ese tiempo fui un músico de guardia, esperando que me llamaran. La música al final es lo que uno es.

-"Antes de ti, el mundo era un gin-tonic, sin hielo y sin limón", canta en la canción que da título al álbum. La música, su mundo, ¿puede ser un trago dulce y amargo al mismo tiempo?

-Hay momentos en los que se pasa mal, cuando te encuentras alejado de tu entorno, de tu familia, en las fechas importantes en las que no puedes estar. También la música es un mundo complicado y muy competitivo, hay mucho trepa. Con los dedos de la mano puedo contar a mis amigos en este negocio. Pero es parte de la vida, algo que nos ocurre a todos. Hay alegrías y decepciones.

-El amor, siempre presente en sus composiciones. ¿Qué arrebata el sentido de Javier Labandón?

-Canto al amor en toda su dimensión: a la tierra, a la pareja, a la propia música... Me gusta mandar un mensaje positivo y ese mensaje tiene también una respuesta favorable. Es mi personalidad.

-El tirón que tiene El Arrebato entre su público es quizá una de las características más destacables de su trayectoria. ¿Cómo suele tantear ese cariño en el día a día?

-Lo noto desde que salgo a la calle y se ha convertido ya en algo cotidiano. Lo impresionante es que todo el mundo me sonríe y es lo que más valoro. No sé por qué ocurre, la verdad, pero a veces se consigue conectar con la gente.

- Y esa capacidad de conectar con las emociones a través de las canciones ¿cómo se logra?

-Es complicado porque uno quiere estar a la altura de las circunstancias y se crea una presión, te exiges. Sin embargo, con el tiempo descubres que lo más importante es ser honesto, sincero, ser tú mismo. Si se conecta con el público es porque detrás de lo que haces hay una verdad. Todo el cariño lo devuelvo con trabajo y esfuerzo.

-¿Cuál es el himno musical de El Arrebato, su canción?

-Tengo varias canciones que se han hecho muy populares como Búscate a un hombre que te quiera, Una noche con arte, Mi colega de siempre, Poquito a poco o el Himno del Centenario del Sevilla, pero si tengo que elegir una canción que emociona mucho al público sería Aquí me tienes, un tema que escarba mucho en mi interior.

-Y ¿con la que más se identifica, la que escucharía siempre?

-My way, de Frank Sinatra. Habla de mí, de la libertad, es un tema bohemio. Siempre nos preguntamos si hay otra vida después pero nunca si la hemos vivido antes.

-El verano en Sancti Petri suena a música grande gracias al Concert Music Festival. ¿Qué espera del público gaditano?

-En Cádiz se me quiere mucho y me van a recibir con mucho cariño. Quiero estar a la altura. Mi madre es barbateña y toda mi familia por parte materna, gaditana. Yo soy muy almapicha -ríe-.