Amenaza de huelga en el transporte urbano de la ciudad. La plantilla de la empresa Tranvía, que gestiona el servicio de autobuses de Cádiz y de San Fernando, así como el 50% del servicio interurbano entre ambas ciudades, ha decidido convocar una serie de paros ante la situación que atraviesan respecto al convenio colectivo, que según denuncia el comité de trabajadores acumula 17 meses de retraso ante la falta de negociación por parte de la empresa.

La asamblea de trabajadores aprobó el lunes la convocatoria de paros parciales los lunes, miércoles y viernes desde el 23 de mayo, de cuatro horas cada día (entre las 7.30 y las 9.30 horas, y entre las 19.30 y las 21.30 horas), derivando a partir del 3 de junio en una huelga indefinida hasta que se logre el acuerdo para la firma de un nuevo convenio laboral.

“El problema es que la empresa está en el inmovilismo y la pasividad absolutos”, afirma el presidente del comité de trabajadores de Tranvía, Manuel Góngora, que explica que la plantilla ha dado “un año de plazo”, ya que pese a que el convenio expiró en 2020 “sabíamos del difícil escenario en medio de la pandemia”. Traslada Góngora las reticencias de la empresa a negociar el convenio ante la reciente modificación de la ley laboral y a la espera de directrices que pueda marcar la patronal del transporte de viajeros a nivel nacional. Pero los trabajadores no están por la labor de seguir esperando sine die esa negociación y esa actualización de las condiciones laborales de una plantilla que en la actualidad suma 232 empleados entre los tres servicios que engloba Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca S.A.

La amenaza de huelga, por tanto, se haría efectiva a partir del 23 de mayo con el primero de los paros parciales. Un mes queda por delante para que empresa y trabajadores retomen un diálogo que evite en última instancia esa interrupción del servicio. En eso confía ahora el comité, que pide también la mediación del Ayuntamiento de Cádiz, “que es el responsable último del servicio que se presta en la ciudad”.