La clave en el trágico suceso del pasado lunes en Cádiz parece estar en los frenos del autobús. La mayúscula desgracia, sin precedentes en la ciudad, puede deberse a un error mecánico que apenas dejaba otra opción al conductor. Todo apunta, según seguían insistiendo el martes diversas fuentes, a ese problema que impidió que el vehículo frenara y pudiera coger con normalidad el trazado de la curva que conecta el puente de la Constitución con la avenida de Las Cortes, ya en Cádiz. Pero la confirmación definitiva, la luz que disipe las dudas que deja este trágico accidente, llegará cuando culmine el proceso de investigación que está desarrollando la Policía Local.

Casi desde el mismo momento en que se produjo el impacto del autobús contra el centro comercial Bahía de Cádiz el lunes con el fatal desenlace para los tres peatones que se encontraban en ese tramo de avenida, la Policía Local ha iniciado un proceso que tiene como objetivo principal conocer qué ocurrió exactamente y a qué se debió ese horripilante escenario que dejó a su paso el vehículo de la empresa Medina Travel.

Lo primero que ya realizó la Policía Local el lunes fue tomar declaración del conductor, que fue trasladado a dependencias judiciales para hacerle también las correspondientes pruebas de alcohol y drogas que arrojaron un resultado negativo; y de los testigos del accidente, tanto usuarios del autobús como pudiera haber en el lugar de los hechos.

Esa misma tarde, los agentes municipales también estuvieron realizando una detallada inspección ocular del lugar del siniestro, tomando fotografías de todos los detalles y realizando unas serie de mediciones y toma de datos con los que pretenden reconstruir lo ocurrido.

En una segunda fase, se está procediendo al visionado de las cámaras de seguridad de la zona para tener conocimiento fehaciente de la trayectoria del autobús y lo que va ocurriendo a su paso. A este respecto, apuntan fuentes municipales a la vital colaboración de El Corte Inglés, cuyas propias cámaras de seguridad han recogido todo lo ocurrido, ya que la cámara que controla el tráfico en esa zona quedó inutilizada en el mismo siniestro, al estar situada sobre el semáforo que arrolló el autobús.

A partir de este momento, indican las fuentes consultadas que el proceso se deriva al Gabinete Técnico de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico que desde el año 2008 tiene operativo la Policía Local. Además de todos los pasos anteriores, esta unidad policial es la que desde la mañana de este martes se encuentra analizando el vehículo del siniestro, que en la tarde del lunes fue trasladado al Parque de Bomberos de la capital.

En ese análisis que ya está en marcha será fundamental la información que aporte el tacógrafo, aparato que registra las acciones previas que hubiera llevado a cabo el conductor del autobús, así como datos que se consideran vitales en este tipo de accidentes relativos a la velocidad (media y máxima), aceleraciones y frenadas bruscas (que a juzgar por la ausencia de marcas en el asfalto no se habría producido), o los tiempos de descanso e interrupciones que tuviera el autobús.

De toda esta labor policial resultará el informe que la Policía Local trasladará al órgano judicial que se haya hecho cargo de este terrible accidente.