Una de las principales lecciones que se aprendió de la pandemia de gripe de 1918 fue la necesidad de abordar una pandemia grave desde una perspectiva interdisciplinaria, reconociendo la disrupción económica y social que inevitablemente crea. Así lo manifestó este jueves el catedrático de Microbiología de la Facultad de Medicina de Valladolid, José María Eiros Bouza, en el Salón de Grados de la Facultad de Medicina de Cádiz durante la exposición de su trabajo Entre América y Europa: un drama histórico. La pandemia de gripe de 1918, realizado junto con la doctora Rosario Bachiller Luque, que ha merecido uno de los premios In Memoriam, Profesor Orozco Acuaviva que concede la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz.

José María Eiros, que es también jefe de Microbiología del Hospital Río Hortega de Valladolid, director del Centro Nacional de la Gripe de la OMS en esa ciudad y miembro del comité de expertos para el coronavirus en Castilla y León, centró su intervención en tres ejes: el impacto de la gripe en el mundo, con particular análisis del continente americano; la entrada del virus y difusión en España, y las enseñanzas que nos ha dejado para afrontar las pandemias en el futuro, como la que estamos viviendo actualmente de covid–19.

Eiros habló de las tres oleadas que hubo de la pandemia de la gripe, que ocurrieron en menos de un año (primavera de 1918, otoño de ese mismo año y el invierno siguiente, ya en 1919), de la asistencia prestada a los pacientes y las diversas teorías sobre su origen.

Afirmó que en su trabajo se narra la entrada y vías de difusión de la pandemia de la gripe en la Península Ibérica, las fuentes de estudio y las medidas terapéuticas y de salud pública adoptadas. Asimismo, se enumeran las aproximaciones multidisciplinares a los diseños vacunales, "altamente originales en la época", donde grupos de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla alcanzaron gran protagonismo.

Según José María Eiros, su trabajo supone un recordatorio de la carga de enfermedad provocada y una llamada al esfuerzo para combatir las pandemias de origen infeccioso. Y en su discurso trató de ofrecer claves trasladables a nuestra actualidad.