La AVV Segunda Aguada insiste en los riesgos que conllevan las gasolineras

El presidente menciona estudios de expertos independientes que alertan del peligro de ubicarlas en núcleos urbanos

Imagen de la gasolinera situada en Segunda Agiada.
Redacción Cádiz

19 de mayo 2014 - 01:00

El presidente de la Asociación de Vecinos Segunda Aguada, Antonio Peinado, insiste en el peligro que supone la instalación de una gasolinera en un núcleo urbano, cerca de los edificios, como ocurre en su barrio. Hace referencia a las declaraciones realizadas por el presidente de la Asociación de Técnicos de Protección Civil, José Manuel Calvo, en este periódico sobre la seguridad de las gasolineras, y muestra su indignación, pareciéndole "paradójica la defensa del señor Calvo contra unos ciudadanos amenazados por unas instalaciones de gran condensación de bombonas de butano, almacenamientos de combustibles, y ahora, un depósito de gas licuado de petróleo, pretendiendo convencer a los vecinos de Cádiz para que aceptemos poner en riesgo nuestra seguridad y la de nuestras familias, con el único fin de que una multinacional como Repsol aumente sus ya ingentes beneficios empresariales contraviniendo los numerosos estudios de expertos independientes que alertan del peligro de ubicar este tipo de establecimientos en núcleos urbanos. Todo ello en un barrio donde habitan más de la décima parte de la densidad de población de Cádiz y la de mayor número de habitantes por metros cuadrado de Europa, según estudios realizados".

Para Peinado, "resulta una realidad empírica incuestionable las conclusiones de los investigadores que reflejan aspectos que influyen de manera clara en la salud de los vecinos, como es que en las gasolineras se registran niveles de compuestos orgánicos en el aire -como el benceno que incrementa el riesgo de padecer cáncer-, superiores a los medidos en localizaciones urbanas donde la principal fuente de emisión es el tráfico. Asimismo el aumento de humos contaminantes, el impacto ambiental de este tipo de establecimientos, los riesgos inherentes a los mismos y los efectos perjudiciales para la salud resultan también evidentes a los ojos de todo el mundo".

Insiste en resaltar que la intención de ampliar la actividad comercial de la gasolinera de Segunda Aguada "no obedece a ninguna necesidad social del barrio ni a ninguna demanda de los vecinos, sino única y exclusivamente a unos intereses económicos y privados que no aportan un valor añadido a nuestro barrio".

Antonio Peinado señala que "innumerables veces", a través de reuniones y escritos, la asociación de vecinos que preside ha solicitado a las autoridades competentes los partes de las revisiones periódicas realizadas en la gasolinera ubicada en ese barrio. "Los vecinos tenemos derecho a saber del estado en que se encuentra", afirma.

"Cuando se adoptan normas de seguridad, y en este caso son muchas, es porque existe un alto riesgo. Como dice el señor Calvo, no estamos exentos de riesgos, y como vivimos en una sociedad arriesgada, 'ahuequemos alas y cubramos nuestras cabezas', porque nunca pasa nada… ¡hasta que ocurre!", concluye Antonio Peinado.

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