Dos ventas con historia de la provincia de Cádiz cuentan con nuevos propietarios que quieren "devolverlas a la vida" y darles la fama de que gozaron hace unas décadas

En Setenil, en el cruce entre las carreteras Setenil – El Gastor y la que va hacia Ronda, ha reabierto la Venta Los Villalones.

La Venta se inauguró en la década de los 70. La puso en marcha Antonio Domínguez, tío de la actual propietaria, Isabel Pimentel Domínguez que regenta el local junto a sus hijas Sandra y Desirée Morillas Pimentel, desde finales de 2018. Aunque oficialmente la venta está en el término municipal de Málaga, lo cierto es que la población que está más cerca es la de Setenil, a 9 kilómetros.

El local tiene encanto. Es un chalet de dos plantas, aunque tan sólo se utiliza como venta la baja. Cuentan con un aparcamiento y luego dos salones y una terraza cubierta, todo decorado con cierto aire rústico pero con el toque personal de las propietarias que han colocado también numerosas fotos en el interior. En total tienen capacidad para unas 80 personas. Hay barra para tapear y en este mismo salón tienen una chimenea junto a un sofá.

En lo gastronómico sirven desayunos con varios tipos de pan que traen desde El Gastor y que se puede acompañar con aceite de Olvera o mantecas y chacinas de la zona. Al mediodía ofrecen tapas y también menú del día. Tienen también una carta de platos con algunos toques originales como las ensaladas que hacen con muchos ingredientes de su propia huerta. Isabel, que se ocupa de la cocina, ofrece también guisos de menudo (callos con garbanzos) y algunos platos menos frecuentes en este tipo de establecimientos como un flamenquín de queso y nueces, unos champiñones rellenos de queso o un codillo hecho al horno y servido con una original guarnición de patatas asadas con una salsa de queso. Postres propios.

Venta El Pino Casa Mariló en Jerez

Poco tiempo ha estado vacía la Venta El Pino de la rotonda Michelin de Jerez; en apenas un mes, los responsables de la Casa Mariló se hicieron con el establecimiento. Se trata de la tercera mudanza para María Dolores García (Mariló) y Juan Carlos Rubiales, la que les ha permitido disponer de más espacio para atender a sus clientes.

La pareja ha tardado 20 días en poner las instalaciones (la venta cuenta con terraza, sala, barra y una entrada con más mesas) a punto para la reapertura. En abril, abrían con un nuevo nombre que une el de su negocio con el de la nueva ubicación: Casa Mariló – Venta El Pino. Ellos sabían que el anterior local en la calle Parque Torcal de Antequera era pequeño para la gente que acudía, pero el poco tiempo que llevan abierto se han encontrado con que tenían hasta más clientes de lo que pensaban, según explica Juan Carlos.

Carta y precios siguen fieles a su estilo de comida tradicional, aunque no descartan ir añadiendo algunas cosas nuevas ahora que tienen más sitio. También tienen desayunos, ya que su horario se alarga desde por la mañana temprano hasta después de la cena.

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