A los pies de un impresionante macizo rocoso se encuentra Villaluenga, un municipio con destacados monumentos, entre los que se encuentra su famosa y singular plaza de toros, del siglo XVIII, de forma poligonal y considerada una de las más bellas de España, al estar rodeada de un impresionante paisaje natural, que es perfecto para quienes buscan aislamiento y paz. Y esto es precisamente lo que ofrece un sendero que parte de la propia localidad y llega hasta los Llanos de Líbar, mostrando la rica naturaleza de la Sierra de Grazalema. Pero aún hay más. Este pasa por los Llanos del Republicano, un nombre para la Memoria Histórica. Y es que, cuando los nacionales tomaron los pueblos de la sierra, algunos republicanos se refugiaron en las cuevas de la zona y otros huyeron por aquí en dirección a Málaga, que aún era fiel al gobierno de la Republica. Dos de ellos fallecieron y como recuerdo queda este topónimo.

Hoy, este lugar permite observar cabras payoyas y vacas retintas que comparten espacio con multitud de aves. Al fondo, se divisan las paredes de la Sierra de Líbar, frontera natural entre las provincias de Cádiz y Málaga, y refugio de buitres leonados, alimoches y otras rapaces.

Dejando a la izquierda la Sima del Republicano o del Cabo de Ronda, se toma una senda que asciende por la Sierra de Líbar y lleva al Puerto del Correo. Después, se desciende por una ladera pedregosa, hasta llegar a los Llanos de Líbar, un paraje para nuevamente hacer una parada. Es el momento de sentarse y disfrutar de las espectaculares vistas degustando uno de los codiciados quesos de la zona.