Vamos a peor. Por Fernando Santiago
VAMOS A PEOR
Prueba irrefutable de la mejora de la calidad de vida de la población es la manera en la que cambian las costumbres. Antes la gente iba al Pedrín , al Maestrito o al bache Nicanor , pedían Valdepeñas con casera o una media limeta. Ahora a la gente le gusta presumir de que sabe de vinos, ya no piden un tinto , piden un Ribera del Duero, dicen incluso la añada, se saben las marcas, se han vuelto exigentes sobre el tipo de copa o el decantador. Todos huelen primero el vino como si supieran algo, ya saben el refrán reaccionario de que no hay nada peor que un pobre jarto de pa, en La Cepa,Las Banderas, o Las Motos no piden un vino, exigen una marca para que quede claro su conocimiento . Lo mismo podríamos decir de las carnes: ahora todo el mundo sabe el tipo de maduración de la carne que en el fondo no es otra cosa que ha empezado a corromperse, está semipodrida. Ha decaído el pan de autor, Kiki ha abandonado la cocción de masa madre , cosas que se pusieron de moda en la pandemia, la gente ha vuelto a lo de siempre, aunque puede comprar de pueblo, baguete, gallego, pita o cualquier otra delicatesen. Antes no viajaba nadie, era cosa de ricos y de gente ociosa. Empezaron a ir a Eurodisney como regalo de comunión, de ahí pasó a los cruceros donde te llevan y te traen , incluso puedes comer en el barco y te ahorras la factura del almuerzo. Todo el mundo sabe decirte una extraña ciudad europea, es raro el que no haya ido a La Habana, en cuanto te descuidas te están aconsejando un restaurante en París o una trattoria en Roma. Se han puesto de moda los café de especialidad, lugares donde te soplan cinco euros por uno con leche porque en teoríalo han traído de Etiopía y lo han tostado ellos mismos siguiendo no sé qué técnica ancestral, servido siempre en taza de loza o en vaso de cristal, antes el mejor café con leche de Cádiz era el del Brim. El té matcha es otra de las manías del momento, empezaron con el té rojo, el té negro y ahora el matcha. En Cádiz ha irrumpido la moda de las tartas de queso, han abierto dos tiendas y vendrán más. Antes íbamos a la panadería de los Bustelo a comprar un quitahambres, a La Camelia o a Orcha, como mucho a Casa Hidalgo. También se ha puesto de moda el chocolate Dubai, relleno de crema de pistacho. Es tal el refinamiento del personal que antes se bañaban una vez a la semana en una bañera de zinc en la azotea y ahora saben diferenciar los perfumes por su aroma. Eso sí, pasó la moda de los gin tonic de pepino o de fresitas, en algo hemos mejorado, no todo iba a ser chungo.
Fernando Santiago
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