Apenas unos días después de los actos oficiales del 19 de marzo, la Reina Doña Sofía retorna a Cádiz para presidir uno de los actos culturales más relevantes dentro de la programación del Bicentenario: la inauguración de la exposición 'Tesoros pre-incas: El Señor de Sipán, Hueca de Luna y la Dama de Cao', en la Casa de Iberoamérica.

Junto a la Reina estarán presentes en el acto, a partir del mediodía de hoy, los ministros de Cultura de España y Perú, José Ignacio Wert y Luis Peirano Falconí, respectivamente; el comisario de la exposición, Luis Hurtado, y los arqueólogos responsables del proyecto, Walter L. Alva Alva y Ricardo Morales Gamarra. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, actuará lógicamente de anfitriona.

'El Señor de Sipán' es una de las grandes muestras previstas para el Doce, junto a la que actualmente se puede visitar, con gran éxito de público, en la Casa Pinillos sobre 'Cádiz en la historia de España' y otras pendientes como la 'Guayasamín' o 'El poder de la palabra'. La previsión es que permanezca en la Casa de Iberoamérica hasta el próximo 10 de septiembre, lo que va a permitir a la ciudad contar durante la temporada estival con una exposición de evidente atracción cultural.

Al fin y al cabo, 'El Señor de Sipán' está considerada como una de las grandes exposiciones mundiales. La propia Reina ya mostró a Teófila Martínez en su día su interés especial por estar presente en la inauguración de la misma. Hay que tener en cuenta, también, que se exhibe por primera vez al público europeo una selección de los últimos hallazgos localizados de la cultura Mochica.

En este sentido, para muchos especialistas el valor de lo encontrado en este enterramiento es similar a lo localizado en los grandes enterramientos de los faraones egipcios, hasta el punto que se considera como uno de los principales descubrimientos arqueológicos del siglo XX.

La magnitud del tesoro, que ayer tarde se acababa de preparar en la Casa de Iberoamérica, se cifra en las seiscientas piezas catalogadas, de las que han viajado 195. Ornamentos, emblemas y atuendos de oro, plata y cobre dorado que se podrán en exclusiva.

Para la Casa de Iberoamérica supone también una prueba de fuego como espacio expositivo y como equipamiento que pretende ser referente de la unión entre Cádiz e Iberoamérica, ya que si bien es cierto que en los últimos meses han sido varias las muestras mostradas en la vieja Cárcel Real, el calado de la que hoy se abre le sitúa en un plano cultural de gran relevancia.