Bicentenario

Descubrieron el Doce

  • Alumnos de 4º de ESO se han transformado en historiadores en el II Certamen 'Noticias de un pueblo amenazado'. Diputación edita los trabajos ganadores de la primera edición

Durante la entrega de premios del II Certamen 'Noticias de un pueblo amenazado', la coordinadora del concurso, Hilda Martín, reivindicó el papel de la historia en la escuela. "Está muy bien que se incluyan materias como sexualidad, educación en valores y tantas otras, pero la escuela no debería olvidar la importancia de que quienes serán dueños del futuro conozcan su pasado". Esto es lo que ha hecho este certamen durante un año. Veintiséis centros de la provincia han participado en este experimento de transformar a chavales de 15 y 16 años en historiadores e investigadores de su pueblo. El resultado es un excelente trabajo de recopilación que los propios historiadores admiten que contiene aportaciones "novedosas". Como en un concurso tiene que haber ganadores, un jurado seleccionó tres, más un accésit, aunque no parece que sea un latiguillo aquello de que "todos merecían un premio".

Fue en el curso pasado cuando arrancó esta experiencia y, coincidiendo con el galardón a los ganadores de la segunda edición, Diputación ha presentado el libro, diseñado e ilustrado por Encarni Hinojosa, que recopila los mejores trabajos de la primera convocatoria. Merece la pena darles un repaso. Durante las próximas semanas en estas páginas del Bicentenario dedicaremos un espacio para dar a conocer los triunfadores del II Certamen. De momento, y como aperitivo, aquí va una reseña de los trabajos publicados, centrándonos en tres pequeñas historias situadas en la periferia de la Historia, pero que todas ellas son significativas y nos dan pinceladas de lo que fueron aquellos años de asedio en la provincia. Tratan de la invención de un arma terriblemente destructora manejada por los designios de la Santísima Trinidad, las dificultades de un pequeño pueblo para alojar a cientos de prisioneros franceses y de las disputas entre un general español y otro británico en la batalla de Chiclana.

Romana Trina. Colegio Argantonio. Cádiz.

Coordinación: Alfonso Chapela Astorga.

El trabajo hace un minucioso recorrido por las diferentes armas utilizadas durante el conflicto y las tácticas militares. Hace especial mención a la figura de Juan Ruiz de Apodaca, militar gaditano de una gran relevancia durante los años de la invasión, en las que realizó tareas diplomáticas de enlace con los británicos. Incluye interesantes documentos sobre la petición de munición del Ejército español. Pero la gran curiosidad de este trabajo se encuentra al final, en la descripción de un arma que nunca existió, un arma sólo pensada. Ese arma esperpéntica antes de que se inventara el esperpento da nombre al trabajo presentado: Romana Trina. Un militar jubilado de la fábrica de La Carraca, Alonso José González, pensó en este artilugio letal para el enemigo. Consistía en un gran cajón con un complejo sistema de poleas interior. En el exterior, todo tipo de armas cortantes: espadas, hoces, flechas... La idea de nuestro inventor es, sin duda, descabellada, y la capacidad de destrucción que le atribuía, desmesurada: "puede acabar con un millón de hombres". Con lo que colocamos el Romana Trina en lo alto de la cuesta de La Carraca y lo lanzamos contra los invasores. Los franceses no podrán hacer nada contra este arma porque su funcionamiento es directamente manejado por la Santísima Trinidad, de ahí su nombre. No nos duran los franceses ni un ratito. Alonso José confía tan ciegamente en su Romana Trina que envía tres cartas al Rey explicándole el proyecto y lo barato de su elaboración, pero no llegan nunca a destino. Como 'premio' a su esfuerzo, fue encerrado en un hospital mental de la época. Bonito homenaje a este desconocido alunado el realizado por los alumnos del Argantonio.

Rota y la Constitución de 1812. IES Astaroth. Rota.

Coordinación: Alfonso Chapela.

En este trabajo se utiliza la lógica metodología de ir de lo más grande a lo más pequeño hasta que los autores se centran en la villa de Rota, dándose cuenta de que apenas existe ninguna publicación que haga mención a cómo se vivió la invasión allí. Ante esto, deciden acudir a las actas capitulares del Ayuntamiento y es en este punto en el que ofrecen una interesantísima aportación nunca recopilada hasta ahora. Destaca un cuadro muy bien trabajado sobre los fallecimientos en la Villa entre 1808 y 1814. Así veremos cómo el año más duro de la guerra en la provincia, 1812, se lleva por delante a 250 roteños, pero es que en 1813 y 1814 la mortandad sigue siendo alta, en esta ocasión debido a la fiebre amarilla. Hay otros hechos curiosos. Es el caso de la orden recibida para que la villa se haga cargo de más de 300 prisioneros franceses, lo que genera largos debates acerca de dónde colocarlos y cómo alimentarlos, ya que "debían de ser auxiliados por los paisanos que formaban las milicias". "El Ayuntamiento lleva a votación cual es el lugar más idóneo para el alojamiento de los franceses, la bodega de don José Felipe Aspillaga, situada en el extremo de la calle Calvario, que se hallaba vacía, o el castillo-palacio de los duques de Osuna y Arcos, ya que las bodegas se hallaban en un terreno pantanoso y carecían de solería,

aunque se encontraban en el centro de la población, y el castillo se encontraba en un descampado y carecía de cloacas adecuadas para la evacuación de residuos de tantas personas. El resultado es de seis votos a favor del castillo y cinco a favor de la bodega". Son pequeños hechos como éste lo que demuestra que los alumnos entran en el espíritu del certamen, contar los grandes hechos de un país a través de las pequeñas historias de un pueblo.

La batalla de La Barrosa. IES Fernando Quiñones. Chiclana.

Coordinación: Oscar Jesús Gómez.

11.067 hombres aliados contra 10.160 franceses. La batalla de La Barrosa es una de las grandes contiendas en la provincia en el episodio de la invasión. El estudio de los alumnos de este instituto es impecable, consiguiendo llegar al detalle pero enmarcándolo en el estado general de la campaña. Uno de los hechos en los que los jóvenes investigadores se detienen es en las cuitas entre el general español Manuel de la Peña y el británico Graham, que estaba en la zona en calidad de asesor. El trabajo, que sigue estas disputas a través de los periódicos de la época como El Conciso o La Gazeta, parte para este suceso de las primeras discrepancias, cuando De la Peña lleva al ejército hasta Chiclana a través de los barrizales de La Janda en vez de avanzar por el territorio más cómodo de Medina, habiendo podido cortar, además, el suministro a los franceses acantonados en Chiclana, que recibían provisiones desde Sevilla. El otro supuesto error de De la Peña habría sido abandonar el Cerro de la Cabeza de Puerco, dejando la retirada de las tropas españolas a merced de sus perseguidores. La prensa de la época toma rápidamente partido por Graham, al que ven más capacitado y con mayor genio militar. Las quejas de Graham llevaron a que una comisión investigara el comportamiento del español, siendo apartado del mando mientras se resolviera. Y se resolvió a favor de De la Peña, ordenándose que se le reintegrara en su puesto, algo que nunca sucedió, y se le indemnizara por el daño a su honor. Esta historia concreta es un ejemplo de la tensión y desconfianza existente entre españoles y británicos, algo que no sólo sucedió en la batalla de Chiclana, sino en muchas otras.

03153017

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios