Los padres de la familia Méndez Torres -Jesús y María José- jamás olvidarán la salvajada que sucedió en el municipio cordobés de Baena el 2 de julio de 2009 y que ha marcado sus vidas para siempre; sobre todo, la de su hija de 13 años, presuntamente violada ese día por cinco menores y un joven de 21 años.

Sin embargo, todo apunta a que el paso del tiempo irá, a largo plazo, borrando del recuerdo de los vecinos del municipio lo que ocurrió ese 2 de julio al igual que se difuminanará el debate nacional que se ha abierto sobre si es necesario o no cambiar la Ley del Menor. Los padres piden que ninguno de los agresores quede impune. Ya ha pasado antes.

Sea como fuere, nadie entiende cómo seis chavales abusaron sin ningún tipo de escrúpulo de la niña.

En Baena, incluso, han dado gracias a Dios de que no se haya dado otro caso Marta del Castillo y se echan las manos a la cabeza cuando oyen que los menores han declarado ante el juez que no ven lo ocurrido tan anormal.

Las mentes de María José y su hija reviven esos días una y otra vez ese momento del 5 de julio, tres días después, en el que la niña ya no pudo más y se desahogó: "Mamá, te voy a contar un secreto que no le puedes decir a nadie, ni a papá". La madre confía desde entonces en que los tranquilizantes puedan hacerle de alguna manera inmune al recuerdo del relato de los hechos que le hizo su hija.

La pequeña le contó que estaba en la piscina municipal "a eso de las 17:00" y un joven que le gustaba le dijo que si podía salir con él a la calle. Era un antiguo novio -menor de edad como ella- y la niña pensó que iban a reanudar la relación. La chica le explicó que ya fuera la esperaba otro grupo de menores, momento en el que la chantajearon diciéndole que, o mantenía relaciones sexuales con los seis, o le enviaban a los padres un vídeo en el que habían grabado, sin consentimiento de la pequeña, una relación anterior. La madre cuenta que entiende la reacción de su hija, dejándose violar: "Estaba amenazada, ¿qué podía hacer?". Cuatro de las violaciones se consumaron a plena luz en un patio de un bloque de pisos cercanos a la piscina municipal -de las que fue testigo una mujer que denunció los hechos a la Policía Local cinco horas más tarde- y las otras dos después en los vestuarios de la propia piscina.

Tras la denuncia de la familia y la rápida actuación de la Guardia Civil en las detenciones, el 7 de julio se dictó prisión incondicional para el mayor y el internamiento en centros de la Junta para tres de los menores, mientras que dos de los presuntos agresores quedaron en libertad y con orden de alejamiento de la niña. Uno de ellos por tener 13 años y no estar en edad imputable y el otro por contar con una minusvalía.

Hay quien no entiende, como el Defensor del Ciudadano de la Diputación de Córdoba, Francisco García-Calabrés, que la madre haya concedido entrevistas saliendo en casi todas las cadenas de televisión de cobertura nacional cuando hay una menor por medio.

La intención de los padres es dar la cara para que toda España sepa la salvajada que se ha hecho con su hija y nadie quede impune. "Que cambien la Ley del Menor si hace falta", decía María José. Desde la Junta de Andalucía insisten en que se trata de un hecho "excepcional" que no es suficiente para ese cambio de normativa que rebaje la edad penal de los 14 años.

El Gobierno, por boca de su subdelegado en Córdoba, Jesús María Ruiz, ha abogado por "intensificar" la tutela sobre los jóvenes para evitar nuevos casos, incidiendo además en la necesidad de no olvidar la educación en valores, mientras que la Administración autonómica, por boca de la delegada de Justicia en Córdoba, Mercedes Mayo, ha insistido en la necesidad reflexionar para ir a la raíz del por qué a cinco menores les parece algo normal esa salvajada con la que han marcado a una familia.

"Hay cadenas de televisión que le están haciendo un flaco favor a los jóvenes banalizando las relaciones sexuales entre ellos", ha criticado Mercedes Mayo.