La vuelta al colegio

La plantilla docente se congela

  • El alumnado sufre un leve descenso debido a la caída de la natalidad provocada por la crisis. Los matriculados bajan en los colegios y suben en Secundaria y Ciclos Formativos.

La plantilla docente se estabiliza y el alumnado disminuye. Éstos son los dos parámetros que conforman la vuelta al colegio que a partir de este jueves protagonizarán 1,8 millones de estudiantes andaluces. Dicha cifra ha sufrido un leve descenso respecto a la del pasado septiembre, una pequeña merma que responde a la bajada de la natalidad como consecuencia de la crisis y la sangría del paro. Las etapas iniciales son las que más acusan la caída de los escolares, mientras que en los institutos se eleva el número de estudiantes. Comienza así un año académico marcado por el desarrollo pleno de la polémica Lomce en los colegios, que trae consigo cambios importantes en el desarrollo curricular de los menores.

El trasiego de mochilas y el bullicio de niños inundarán a partir de este jueves los casi 7.000 centros educativos con los que cuenta Andalucía. Se inicia un nuevo curso en el que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) obtiene un indudable protagonismo. La Junta de Andalucía se ha empeñado en desarrollar un escudo para frenar los efectos que, según los responsables que ha tenido hasta ahora la Consejería de Educación, pueden perjudicar la enseñanza pública. La nueva titular de este departamento, Adelaida de la Calle, detalló este martes -tras comparecer en el Consejo de Gobierno- los datos del nuevo curso del que destacó el "crecimiento" del sistema educativo andaluz.

Sin embargo, este aumento resulta bastante tenue cuando se analiza la plantilla docente. Sabido es que en los años más severos de la crisis el profesorado andaluz mermó a consecuencia de los recortes aplicados por el Gobierno de Rajoy. Éste se convirtió en uno de los primeros frentes políticos de la presente legislatura. La Junta culpaba al Estado y los sindicatos de enseñanza hacían responsable a la Administración autonómica de no emplear medidas que disuadieran la ley estatal de austeridad. El curso más crítico fue el de 2012/13. Por primera vez desde que empezó el nuevo siglo se registraba un descenso en la plantilla de profesionales de la enseñanza. En 11 años el número de maestros y profesores se había incrementado un 21% hasta llegar a los 98.170 docentes en la enseñanza pública (sin contar el primer y segundo ciclo de Infantil). En septiembre de 2012 esta cifra mermaba hasta los 93.644 profesionales, curso en el que los alumnos aumentaban.

Desde entonces es cierto que la plantilla pública no ha descendido, pero su aumento ha sido casi imperceptible. El año pasado lo hizo sólo en 250 efectivos más. Este año dicho dato ni siquiera se conoce, pues durante la comparecencia de este martes la consejera sólo aportó la cifra global de docentes en Andalucía para el nuevo curso: 118.367, cantidad que incluye a los que trabajan en centros públicos, concertados y privados. Comparada con la del año pasado sólo crece un 0,6%. En el apartado correspondiente a la escuela pública únicamente se detalla en un dossier que "el profesorado en la enseñanza pública seguirá incrementándose para atender las necesidades de los nuevos currículos", pero no concreta en cuánto lo hace.

De estos 118.367 profesionales de la enseñanza, el mayor grueso corresponde al segundo ciclo de Infantil (de 0 a 3 años) y Primaria, con 61.874 maestros destinados a los colegios, mientras que casi 50.000 profesores ejercerán sus profesión en los institutos. En los centros de Secundaria y Bachillerato la Lomce se estrena en los cursos impares, aunque lo hará de forma apenas perceptible, pues la Junta ha establecido un curso de "transición" mientras redacta un decreto para desarrollar las competencias autonómicas que le permite la reforma educativa del Estado.

Si la plantilla docente crece muy levemente, la del alumnado disminuye. Lo hace también de forma muy tenue. Apenas un 1,22% menos, porcentaje negativo que supone un claro síntoma de los efectos que ha tenido la crisis en la demografía. La etapa a la que más perjudica dicha merma es la de Infantil y Primaria, que pasa de 945.813 alumnos el curso pasado a 934.599 en el que comienza este jueves. Es decir, un 1,20% menos. Sí aumentan los matriculados en la ESO (casi 4.000 más) y disminuyen tímidamente los de Bachillerato (apenas 300 alumnos menos).

Resultan destacables también los incrementos registrados en los estudiantes de la FP Básica. Esta enseñanza establecida por la Lomce para atender a los alumnos que fracasan en el sistema obligatorio cuenta con más de 3.700 estudiantes nuevos, gracias en gran medida al aumento de la oferta que ha desarrollado la Consejería de Educación, pese a estar en contra de una enseñanza que define como "segregación clasista". La FP tradicional, por su parte, cuenta este curso con 117.606 matriculados, lo que supone casi 700 más que hace justo un año.

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