Estaba claro que el protagonista ayer en la 20 Interparlamentaria del PP era el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, que acudió a la clausura de la cita. Todo el mundo le esperaba. Tanto es así que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, prácticamente se quedó solo durante su comparecencia en una mesa redonda previa a la intervención de Rajoy. La mayoría de los cargos populares estaba en la parte de arriba del hotel esperando la llegada del jefe, del líder. Así, mientras el ministro hablaba de Europa en los pasillos continuaba el trasiego a la espera del presidente.

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, fue el encargado de recibir a Rajoy, que hizo su entrada triunfal mientras los militantes que por allí andaban le rendían pleitesía. El efecto que produjo el líder de los populares se parece bastante al de los fans entusiasmados cuando ven a su estrella de rock o cine preferida. Como cualquier seguidor, el objetivo es conseguir una foto del ídolo y en eso se empeñaron muchos ayer en el PP mientras que Rajoy accedió complacido a todas las muestras de admiración.

Uno de los que se veía ayer más emocionado con tan ilustre visita era el concejal de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Ricardo Rojas, quien se colocó en un sitio visible para acaparar la atención del presidente y hasta consiguió departir unos minutos con él. Rajoy, incluso, se refirió a él durante su intervención en la clausura.

El presidente del PP aprovechó su estancia en Córdoba para visitar la Judería como un turista más, provocando un auténtico revuelo en el casco histórico de la ciudad. Antes había estado comiendo con los ocho presidentes provinciales del PP y el vicepresidente andaluz, Juan Ignacio Zoido, quizá para tratar el tema del candidato a la Junta. Por cierto, que ayer más de lo mismo en este asunto. A pesar de que el discurso se centró en varias ocasiones en el reto de ganar las próximas elecciones autonómicas, lo cierto es que nadie -oficialmente- soltó prenda de quién será el aspirante a presidir el Gobierno andaluz. Puede que dentro de poco se haga público el nombre más esperado y es probable que esa decisión se tomara durante una mañana de domingo en Córdoba, en el corazón de la Judería.