Una mujer residente en Granada, con 96 años, tendrá que esperar a cumplir los 100 para acogerse a las ayudas de la conocida como Ley de Dependencia. Los valoradores de la Junta la dictaminan como Grado I Dependencia Moderada, nivel 1, cuyas prestaciones le son reconocidas por la Ley a partir de 2013.

La señora (que nació en septiembre de 1912, el año del Titanic) tiene una lucidez extrema para su edad, pero vive sola, sufrió una rotura de cadera que afectó y limitó su deambulación -para la que necesita un andador-, tiene que tomar medicación diaria, vive en un inmueble con barreras arquitectónicas, en concreto sin ascensor, y no puede hacer grandes esfuerzos físicos. Se le reconoce depedencia, pero en el nivel mínimo para recibir ayudas, a pesar de que no hay muchas personas que llegan a su edad. La Delegación provincial de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social le explica que si cambiase su situación actual, se revisaría el expediente y los plazos.

La mujer, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, recibió con disgusto su valoración. "Me sentó fatal, hasta tiré el papel de rabia". Ahora, sigue "indignada y escéptica" porque, aunque reconoce que de cabeza está "muy bien", no entiende por qué tanta espera. La mujer está desilusionada con la tramitación y recalca que no va a pedir más ni iniciar nuevos procedimientos. "No espero nada", concluyó.