Evolución de las masas migratorias

La emigración irregular marroquí se multiplica por ocho en dos años

  • Hasta octubre han desembarcado en las costas españolas 10.816 jóvenes de Marruecos, el 90% en Andalucía

Un grupo de inmigrantes marroquíes llega al Puerto de Motril después de ser rescatado en aguas de Alborán.

Un grupo de inmigrantes marroquíes llega al Puerto de Motril después de ser rescatado en aguas de Alborán. / EFE

La emigración irregular de marroquíes hacia España se dispara. Hasta finales de octubre han llegado 10.816, más del doble que durante todo el año pasado (5.391) y ocho veces más que en 2016 (1.310). Cerca del 90% lo hicieron por mar a Andalucía y el resto a Canarias, aunque unos pocos también han logrado entrar en Ceuta y Melilla, donde suelen solicitar asilo. Los marroquíes representan el 22,73% del total de los inmigrantes irregulares que desembarcaron en las costas españolas.

El Ministerio del Interior español ha sido siempre reacio a facilitar el desglose por nacionalidades de los inmigrantes que ponen pie en España. Su portal web contiene pocos datos comparada, por ejemplo, con la del Ministerio del Interior de Italia. El Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas proporciona más información que Interior sobre el origen de los sin papeles que llegan a España. Con su opacidad Interior trata de no herir la susceptibilidad de Rabat poniendo de relieve el peso creciente de la emigración marroquí, según reconocen algunos de sus altos cargos.

A preguntas del senador Jon Iñarritu, de Bildu, Interior acaba, sin embargo, de desvelar en una respuesta parlamentaria algunos datos -menos de los solicitados por el parlamentario- sobre la emigración irregular marroquí a España. La información que suministra es interesante no sólo porque confirma que los marroquíes son los más numerosos entre los inmigrantes sino porque desmiente categóricamente algunas de las cifras proporcionadas por las autoridades de Rabat.

Mientras entre enero y octubre entraron 10.816 sin papeles marroquíes, sólo 727 fueron expulsados a Marruecos por estancia irregular en España. Si a ese cifra se añaden los marroquíes devueltos por otros conceptos (actividades contra la seguridad, expulsión tras cumplimiento de la pena judicial, etc.), el total asciende a 1.489. Sigue siendo muy inferior al de llegadas.

Khalil Zerouali, director de Migraciones en el Ministerio del Interior en Rabat, sostenía, sin embargo, el mes pasado, en una entrevista con el diario El País, que en los diez primeros meses de este año Rabat había readmitido a 3.400 marroquíes, más del doble que la cifra comunicada al senador Iñarritu. También aceptó Rabat la devolución de dos grupos de subsaharianos que habían saltado la valla de Ceuta. Fue una decisión excepcional porque no suele permitir su regreso pese a tener firmado con España desde 1992 un acuerdo sobre readmisión de inmigrantes entrados ilegalmente.

A lo largo de estos años la emigración irregular de marroquíes a España ha crecido, pero el número de devoluciones ha disminuido, según los datos de Interior. En 2014 hubo 3.127 expulsiones -muchas más que entradas ilegales-, pero el año pasado cayeron a 1.739 y, de enero a octubre de este año, fueron sólo 1.489. Por cada siete entradas hubo en 2018 una expulsión.

La caída de las devoluciones, que sólo se pueden efectuar por tierra, es en parte achacable al incremento del número de menores migrantes, que no pueden ser repatriados, y a las restricciones puestas por Rabat en vísperas de la primera visita a Marruecos, el 19 de noviembre, de Pedro Sánchez. A través de las fronteras de Ceuta y Melilla sólo pueden ser ahora expulsados diariamente, de lunes a viernes, 15 marroquíes.

La cifra de cerca de 11.000 marroquíes llegados irregularmente a España hasta octubre revelada por Interior no refleja del todo la realidad. A diferencia de los subsaharianos, que no rehúyen a las fuerzas de seguridad al desembarcar, marroquíes y argelinos tratan a toda costa de evitarlas. Saben que si son apresados ingresarán en los Centros de Internamiento de Extranjeros y corren el riesgo de ser expulsados. De ahí que el número de sin papeles marroquíes sea superior al que indica el ministerio.

La tendencia migratoria se mantendrá probablemente en los próximos años. Un sondeo efectuado por el instituto Gallup con motivo de la firma esta semana en Marraquech del pacto migratorio auspiciado por Naciones Unidas señalaba que el 29% de los jóvenes marroquíes deseaba emigrar. El porcentaje puede parecer alto, pero es aún muy superior en dos de sus vecinos magrebíes, Argelia y Túnez, donde se sitúa en el 44% de los jóvenes.

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