Donde dije digo, digo Diego. Eso es lo que parece haber ocurrido en la Gerencia de Urbanismo de Córdoba, cuyos servicios técnicos consideran ahora que sí es viable el uso de comercio mayorista para las naves de Colecor, propiedad del empresario Rafael Gómez. En mayo pasado, el mismo departamento sostenía justo lo contrario, hasta el punto de desestimar una alegación de Gómez en la que éste reclamaba que se le aplicara un artículo del Plan General de Ordenación Urbana que le permitiera la venta directa.

El industrial, popularmente conocido como Sandokán e imputado en la operación Malaya por la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella, obtiene ahora el beneplácito de Urbanismo, que precisamente cinco meses después consiente a las pretensiones de Gómez. Los documentos que contrastan el cambio de criterio legal de Urbanismo son dos. Por un lado, la contestación a la alegación realizada por Rafael Gómez, en nombre de Arenal 2000, al proceso urbanístico. En segundo lugar, el informe para la aprobación definitiva. Pese a lo farragoso del lenguaje legal y urbanístico, es bastante simple de comprender. Se trata de permitir, o no, la venta de cualquier tipo de productos al público. Gómez quería y se le dijo que no. Ahora se le ha dicho que sí, aunque sólo como mayorista.

El nuevo informe de Urbanismo, realizado apenas unos meses después, considera que el artículo 12.3.1 de marras "es de aplicación a cualquier clase de suelo", cuando antes aseguraba que sólo era aplicable al industrial urbano y urbanizable, no al rústico. Por ello, la Gerencia mantiene ahora que es perfectamente compatible autorizar un gran comercio mayorista en las naves de Colecor.

El teniente de alcalde Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba, Francisco Tejada, declinó hacer cualquier comentario sobre este asunto a través de su gabinete de prensa.