Las relaciones entre Europa e Iberoamérica es un tema que se viene repitiendo a lo largo de los actos que se están celebrando en la ciudad con motivo del Bicentenario de la Constitución. No en vano, Cádiz ha sido considerada -y así también se viene poniendo de manifiesto desde hace años- como puerta de unión entre ambas regiones, entre ambos continentes, por lo que parece escenario natural donde se reivindique esa necesidad de aunar esfuerzos y de proyectar un frente común de trabajo para unirse en pro de múltiples facetas de la responsabilidad política y de gestión de países, estados y regiones. Sobre todo esto profundizó ayer el príncipe Felipe durante la inauguración de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, Eurolat, en el Oratorio de San Felipe Neri.

En su intervención, el heredero de la corona española puso énfasis en recordar el compromiso que España tiene sobre estas relaciones. Un compromiso "que parte de la misma identidad de España como nación europea con una sustancial dimensión iberoamericana", algo que se ha llevado a la práctica "con espíritu solidario y con visión de futuro, sobre todo desde las últimas décadas desde nuestra transición a la democracia", remarcó.

Don Felipe recordó que ha sido España quien ha venido impulsando los lazos con Iberoamérica "a través de múltiples acciones en todos los campos" y ha ido articulando "conjuntamente con los demás países iberoamericanos una Comunidad de Naciones que cuenta con una estructura institucional orientada a promover la concertación y la cooperación". En este entorno, precisamente, se encuentra el Foro Parlamentario Iberoamericano, sobre el que destacó que en su última reunión celebrada en Cádiz hace unos días "se refirió la importancia de las relaciones de Iberoamérica con la Unión Europea y a la necesidad de profundizar en el conocimiento mutuo".

También se refirió el Príncipe a la celebración la próxima semana de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno "con el objetivo de impulsar una relación renovada entre los países iberoamericanos abordando cuestiones fundamentales como el desarrollo económico al servicio de la ciudadanía, el desarrollo de las infraestructuras, la promoción de las pequeñas y medianas empresas y la potenciación de la educación y la cultura". Con toda esta exposición, el Príncipe heredero subrayó la importancia "de las relaciones entre nuestras dos regiones, tanto a nivel general como en el ámbito estrictamente parlamentario".