La receta diseñada por el equipo de gobierno del PP para, supuestamente, poner solución a los problemas de limpieza del centro histórico de Málaga ante la acumulación de basura fuera de los contenedores soterrados y en superficie empieza a convertirse en causa de conflicto. La vuelta de tuerca a las críticas emitidas días atrás por los grupos de la oposición la dieron ayer los sindicatos UGT y CCOO, que advirtieron con la posibilidad de convocar un día de huelga en el sector de la hostelería durante la próxima Feria de Agosto si finalmente el Ejecutivo municipal no rectifica y da marcha atrás en su idea de multar a los camareros y empleados de tiendas que no depositen las bolsas de residuos en el interior de las cubetas. La posición del equipo de gobierno, según su portavoz, Mario Cortés, es la de seguir adelante.

La contundencia del mensaje fue verbalizado ayer por los máximos responsables provinciales de ambas centrales, Auxiliadora Jiménez y Antonio Herrar, respectivamente, quien indicaron que la medida, en caso de adoptarse, buscaría defender "la dignidad de los trabajadores". En esta línea de reacción ante el nuevo escenario abierto por el equipo encabezado por el alcalde, Francisco de la Torre, solicitaron a los grupos políticos municipales la convocatoria de un Pleno extraordinario para rechazar la medida. La medida cuenta, de inicio, con el aval de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos).

Para el Ayuntamiento, "lo que piden los sindicatos y el PSOE es que no se multe a la gente por tirar la basura en el suelo, así de simple", explicó el portavoz, al tiempo que puso como ejemplo: "Es como si tienes un coche de empresa y te multa la Policía porque te has saltado un semáforo o has aparcado mal. ¿Quién es el que tira la basura al suelo? La persona que lleva la bolsa. ¿Le obliga alguien a tirar la basura al suelo?", se preguntó el edil.