El Defensor del Pueblo Andaluz ha iniciado una actuación de oficio tras las críticas desde del Ayuntamiento de Lújar por el modo en que actuaron los medios destinados para extinguir el incendio que calcinó en julio el alcornocal que rodea a este municipio -2.000 hectáreas según los primeros indicios- y que ha destruido una vegetación de extraordinario valor ambiental.

Según fuentes del organismo que dirige Jesús Maeztu, la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz se ha dirigido tanto a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio como al Ayuntamiento de Lújar para conocer, en síntesis, las actuaciones seguidas por los servicios de extinción de incendios forestales y, en especial, las causas a juicio de cada administración, que no pudieron evitar esta catástrofe.

El objeto de esta actuación es conocer la causa de que, pese a la previsibilidad del riesgo y la existencia de una planificación para prevenir y extinguir lo más pronto posible los incendios que se producen en territorio andaluz, en este caso no haya sido posible conseguir tales objetivos, han precisado asegurado que "únicamente, desde el análisis del modo en que se ha intervenido se podrá determinar si ha sido una catástrofe inevitable".

Las críticas del alcalde de la localidad, Manuel Mariano González, continuaron tras el incendio asegurando que las ayudas solicitadas no llegan y que los técnicos de medio ambiente están tardando en elaborar los informes pertinentes sobre el suceso.