Andalucía

Aznar empieza su campaña y pide “el retorno de los votantes de Vox”

  • El expresidente cree que “Feijóo no se parece a Rajoy, se parece a Feijóo y eso me tranquiliza”

José María Aznar e Ignacio Camacho, presentador del acto en Tomares.

José María Aznar e Ignacio Camacho, presentador del acto en Tomares. / Juan Carlos Muñoz (Tomares)

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, aprovechó su participación en la undécima edición del foro España a debate que organiza el Ayuntamiento de Tomares para marcar sus prioridades respecto a la situación política nacional, internacional, económica y social, en lo que cabe entenderse como el inicio de su particular campaña electoral en la que tiene como objetivo la no repetición de la coalición actual toda vez que “estaría en peligro la España que conocemos” y la recuperación de los votantes de Vox que “proceden de los que tenía el PP”.

El expresidente también marcó distancias con los anteriores dirigentes de su partido y poco sorprende que haya elegido a Feijóo como el mejor de ellos. De hecho, ante una cuestión sobre si el actual presidente del PP se parece a Rajoy, contestó con pocos matices: “Feijóo se parece a Feijóo y eso me tranquiliza”; poco antes había señalado que “es una persona fiable”.

Con todo ello, albergó pocas dudas de que será él quien presida el próximo gobierno en España, el que “reconduzca una situación como la actual” que dibujó como poco menos que apocalíptica con unos gobernantes en manos “de bildu-etarras, separatistas que dieron un golpe de estado, comunistas que se miran en Venezuela, Irán o Putin” que han construid una realidad de “destrucción del Estado de Derecho y del prestigio internacional de España que el próximo gobierno deberá ser el encargado de corregir de manera urgente”.

La primera de las tareas para ese ejecutivo que surgirá en las elecciones generales a celebrar a finales de este año, será el “derogar buena parte de las leyes actuales, algo que también ha dicho Feijóo, la última vez en Cádiz donde firmó un documento para recuperar la calidad democrática que debería aplicarse”. También en clave electoral, se detuvo en una necesidad de los votos de Vox que, reconoció “no estoy seguro, ni deseo que sean necesarios y, además, creo que no lo van a ser”.

Su teoría es que “cuanto más fuerte sea la mayoría” que consiga su partido, “más fuerte será la posición” del mismo en la consecución de las reformas que a su juicio son imprescindibles para evitar la “deriva en la que está inmerso el centro-izquierda actual”, algo que no vivió en su etapa al frente del Gobierno y que reclamó como “necesario para la continuidad del sistema constitucional”. Aznar quiso pedir directamente “la vuelta de esos votantes de Vox” a las filas populares de las que salieron de cara a lograr esa posición de fuerza.

Además de esta “vigencia constitucional”, Aznar apuntó a la “consecución de una economía viable y atractiva” y la recuperación del “prestigio internacional”, son a su juicio “los tres problemas a los que se enfrenta España en la actualidad y que son necesario corregir de inmediato”. Fuera de las fronteras nacionales, Ucrania y Marruecos coparon sus referencias.

Sobre la actual guerra, pocas dudas, “más armas y de manera urgente” para conseguir que “se recuperen las fronteras anteriores a la invasión”, a la vez que reconoció que la “posición europea es débil”. Sobre el segundo, menos complacencia respecto a la situación del Sahara, pese a que no se desmarcó del contenido de la postura del Gobierno, pero sí de cómo fue adoptada, “sin consenso y sin pasar por el Parlamento”. La actual visita de Pedro Sánchez a Marruecos fue citada en más de una ocasión como ejemplo de la “mala imagen de España en el exterior”, algo que reconoció que “no me gusta, aunque me gusta menos quien se deja desairar”.

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