Andalucía

Anatomía del odio

  • La Loyola celebra unas jornadas de trabajo para analizar aquellos discursos que incitan a la marginación y criminalización de colectivos

En unos momentos en los que despiertan en Europa los fantasmas de la xenofobia y el racismo, un grupo de universitarios se reunió ayer en la sede sevillana de la Universidad Loyola de Andalucía para celebrar un workshop (taller de trabajo intensivo) en el que poder debatir sobre los llamados discursos del odio, aquellos que estigmatizan a colectivos y minorías por cuestiones étnicas, políticas, sociales o religiosas.

Y para inaugurar el encuentro, convocado por el proyecto de investigación Protección de las minorías frente a los discursos del odio, que dirige el catedrático de Derecho Administrativo de la Loyola, Juan Antonio Carrillo Donaire, nada mejor que la presencia de Adela Cortina Orts, la que fuese la primera mujer en ingresar en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y uno de los referentes más importantes en la universidad española en la materia. La también catedrática de Ética de la Universidad de Valencia inauguró la jornada con su conferencia El conflicto entre la libertad de expresión y los discursos del odio desde la ética política.

Partiendo de la fábula de Jean de La Fontaine El lobo y el cordero recogida por André Glucksmann en su libro titulado, precisamente, El discurso del odio, Adela Cortina fue desgranando las características del mismo. En primer lugar, destacó que siempre se dirige a un individuo no por sí mismo, sino por su pertenencia a un grupo que es denigrante para el lobo que elabora el discurso del odio. "El lobo siempre hace una diferencia entre los tuyos y los míos, buscando la discriminación de otras etnias, de otra orientaciones sexuales..."

Según Adela Cortina, el discurso del odio estigmatiza a ese otro colectivo "atribuyéndole unas culpas que no se demuestran y, a veces, remontándose a unos tiempos muy remotos". Este proceso in crescendo pasa por "poner en el punto de mira al colectivo atacado", buscando su desprecio por parte de los demás, llegando incluso a incitar a las actuaciones violentas contra el mismo. "El discurso del odio busca una desigualdad estructural", un juego de superioridad e inferioridad "que permite colocar a la víctima en una situación de debilidad", aseguró Cortina, quien concluyó que "no puede haber una democracia auténtica allí donde existe la desigualdad estructural".

Otra característica del discurso del odio: "Lleva aparejado una nula argumentación". En este sentido, la catedrática de Ética recordó que se trata de un discurso "monológico" y no "dialógico". Es decir, que lo pronuncia un individuo en dirección a otro, pero sin esperar ningún tipo de respuesta, por lo que trata a la víctima "como un objeto y no como un sujeto. Le niega su capacidad de interlocución".

Adela Cortina hizo hincapié en que los discursos "pueden ser dañinos y, por lo tanto, también delitos", por lo que las preguntas que surgen son: ¿qué tipos de discursos incitan al odio? ¿Cómo compaginar su tipificación como delito con la libertad de expresión? En este sentido, recordó que la "fuerza de una democracia no hay que medirla por la libertad de expresión, sino por la igualdad en la libertad de expresión", por el hecho de que todas las personas tengan acceso a ese principio. Y esta igualdad sólo se logra "desde el reconocimiento mutuo, el cual es fundamental para la democracia. No se trata sólo de tolerancia, sino de respeto hacia el otro", aseguró la catedrática.

Finalmente, Adela Cortina hizo un llamamiento "a darle respuesta" al discurso del odio, y animó a los jóvenes para que le planten cara en el entorno de las nuevas tecnologías, pero con "puntos de vista argumentativos". "Hay que responder constructivamente", dijo.

La jornada de ayer continuó con la celebración de una serie de mesas redondas en las que se fueron desgranando asuntos como el hatespeech (discurso del odio) y modelos de democracia (con la participación de Miguel Revenga Sánchez, Miryam Rodríguez-Izquierdo, Víctor J. Vázquez y Manuel Medina); el tratamiento del hatespeech en el ámbito internacional y desde la perspectiva de la seguridad nacional (Corrado Caruso, Giovanni A. Figueroa, Jonatan Cruz, Pedro Rivas Nieto, Milena Patiño Villa y Manuel Novo Foncuberta) y, para finalizar, la represión jurídica del hatespeech, con la participación de los profesores Alejandro de Pablo, Germán Teruel, Blanca Martín Ríos y el impulsor del workshop, Juan Antonio Carrillo Donaire.

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