La industria naval en la Bahía de Cádiz

"Ni somos flojos, ni somos ineptos"

  • La plantilla de Navantia-Puerto Real no cierra la puerta a un desvío "solidario" de parte del trabajo de los petroleros a Ferrol pero exige a la dirección que antes deje claro que los retrasos acumulados hasta ahora son responsabilidad exclusiva de la compañía.

La plantilla de Navantia-Puerto Real celebrará una asamblea a primera hora de la mañana de hoy.

La plantilla de Navantia-Puerto Real celebrará una asamblea a primera hora de la mañana de hoy. / Julio González

Es una cuestión de orgullo, de evitar por todos los medios que ensucien la imagen de uno. Así encara la plantilla de Navantia-Puerto Real la última polémica abierta en el astillero a raíz de que la compañía haya decidido derivar a Ferrol parte del trabajo del segundo de los petroleros que se construyen para el naviero vasco Ondimar. Independientemente de que se quiera desviar mucha o poca carga de trabajo, la plantilla considera que los argumentos esgrimidos por la empresa para justificar esta medida les salpican de lleno. “Dicen que hay retrasos acumulados, que por eso se llevan trabajo a Ferrol, para ganar tiempo, pero de manera indirecta intentan ponernos de flojos, o de ineptos, o de conflictivos. Y eso no estamos dispuestos a aceptarlo. Que nadie nos ponga de flojos, porque ni somos flojos, ni somos ineptos. Son muchos años los que llevamos construyendo barcos en Puerto Real y nadie nos va a poner la cara colorada a esta alturas”. Quien habla es Antonio Noria, que no es sólo el actual presidente del comite de empresa de Navantia-Puerto Real sino que además es una voz autorizada después de muchas décadas vinculado a este astillero. Noria reconoce que la situación está “calentita” pero aún así es optimista y apuesta por que las disputas entre empresa y plantilla acaben reconduciéndose.

Será a primera hora de la mañana de hoy cuando la plantilla celebrará una asamblea informativa. No se espera que se aprueben acciones de protesta contundentes como las que marcaron ese astillero no hace muchos años, pero la última palabra la tendrá siempre la mayoría.

De momento el astillero puertorrealeño vivió ayer una jornada de compás de espera. Después de que el martes la plantilla impidiera que un camión cargara planchas de acero en dirección hacia Ferrol, ayer se mantuvo esa tarea de vigilancia, aunque los camiones no hicieron acto de presencia. Y en paralelo el comité aguarda a que la compañía naval dé pasos adelante en el proceso negociador en el que ambas partes están sumidas.Mientras algunas formaciones políticas clamaban ayer contra la derivación de parte de estos trabajos de los petroleros a Ferrol, y mientras el pleno de la Diputación aprobaba una moción en este sentido con la única abstención del PP, el presidente del comité de empresa de Navantia-Puerto Real optaba por tirar por el camino de enmedio,Así, Antonio Noria abría la puerta a que finalmente se produzca ese desvío de trabajo hacia tierras gallegas de manera consensuada, aunque siempre y cuando la empresa aceptara las exigencias que el comité le planteó en la reunión celebrada el pasado martes. La más importante de ellas tiene que ver con la responsabilidad de los retrasos acumulados en la obra del petrolero. “Es verdad que ese retraso existe, pero exigimos que la compañía reconozca que esa tardanza es responsabilidad única de sus propios directivos y no nuestra”, reiteró Noria con contundencia.Consideran los representantes de los trabajadores que la estrategia de la dirección de Navantia es enfrentar a la plantilla de Ferrol con la de Puerto Real “pero nososotros no hemos entrado jamás en esa guerra y no lo vamos a hacer ahora”, aclara un Antonio Noria que considera que “por solidaridad” la Bahía aceptaría esta derivación “porque es cierto que la carga de trabajo en Ferrol está cayendo de manera alarmante”, apostilló.Mientras tanto, la Bahía de Cadiz seguía aún ayer con la boca abierta después de la salida inesperada –por su contundencia– del presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas. El máximo responsable de la patronal acusó el martes a Navantia de intentar acabar con la industria naval de la Bahía y de plantear la creación de un mega astillero en tierras gallegas que terminaría haciendo sombra al de Puerto Real. La dirección de Navantia, el Gobierno central y el PP hicieron ayer una piña para desmentir los argumentos esgrimidos por Sánchez Rojas, al que critican su “irresponsabilidad” por su ataque frontal a la compañía naval.Por el contrario, el resto de formaciones políticas utilizaron la rueda de prensa del presidente de la patronal como ariete contra el Gobierno. Unidos Podemos aunció que llevaría el asunto al Congreso y la Diputación de Cádiz aprobó una moción de urgencia –con el desmarque del PP– a favor del mantenimiento y potenciación de la carga de trabajo en los astileros de la Bahía.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios