dos modelos de enseñanza

Pública & concertada, un debate en datos

  • La polémica sobre la convivencia de dos modelos de educación obligatoria y gratuita está repleta de clichés

  • Aportamos los números para conocer la situación en la provincia

El periodo previo al mes de las solicitudes escolares ha estado caliente. El rumor de que la Junta eliminaría líneas (aulas) de la educación concertada puso en pie de guerra a las patronales de estas instituciones privadas sostenidas con dinero público que desde 1985 se rigen por conciertos cuatrianuales. Paralelamente, Marea Verde, el grupo que defiende una escuela pública y laica y la derogación de los conciertos, denunciaba la pérdida de 210 líneas en la pública desde 2012. Este año se aumenta en 25 aulas la pública.

1. Comparativamente, ¿tenemos más enseñanza concertada?

En Cádiz, en el curso actual, la educación concertada supone oficialmente el 21,1% del total del sistema, aunque si se tabulan los propios datos de la Consejería del curso 2015/2016 -ultimo disponible- sólo en Infantil, Primaria y ESO, el porcentaje es del 28% (142.587 frente a 40.417). Dando por bueno el dato de la Junta, el peso de la concertada en Cádiz es ligeramente más alto que la media andaluza (20,5%). En cualquier caso, está lejos de la media española, situada en un 28%, y que supone el segundo país de la OCDE en apoyo a este tipo de centros detrás de Bélgica, donde son mayoritarios y en secundaria tienen al 60% del alumnado. Esto también va por localidades. La oferta concertada en Cádiz ciudad es casi belga y supera el 50%. Según la Junta de Personal Docente de Cádiz, un órgano sindical, "un 37,95% del alumnado de infantil de 2º ciclo está matriculado en la pública, un 41,81% de primaria y un 39,23 de secundaria".Otros países europeos como Reino Unido o Italia no tienen este sistema. Hay centros públicos y privados y punto. En Cádiz, la educación privada (de pago) es un 3,5%. En Suecia y Dinamarca la educación privada no existe.

2.¿Cuánto cuesta la concertada?

La educación concertada es más barata. Según un estudio del Observatorio por la Educación Pública, la Administración dedica a cada alumno de la pública 4.185 euros, frente a 2.944 en la concertada. Las causas principales están en el capítulo personal. En la concertada los salarios son más bajos, los profesores son menos y trabajan más horas, hasta un centenar de horas de aula más por curso que la pública. Otras variables se encuentran en capítulos de mantenimiento, que corren a cargo de los titulares de los concertados. La concertada le sale rentable a la Junta.

3.¿Se apoya más a la concertada?

Por números, la concertada en la provincia no tiene ni más ni menos apoyo que hace diez años. Mientras las cifras en la pública se mueven por las oscilaciones demográficas, en la concertada los números son casi calcados. En el primer ciclo de primaria de 2006 la pública contaba en Cádiz con 59.583 alumnos. Diez años después fueron casi diez mil más, 68.798. Sin embargo, en la concertada en Cádiz hace diez años había 18.654 alumnos y en el último curso había 18.695.

4.¿Carga la pública con los alumnos con necesidades especiales?

En 2016, en Cádiz había en primaria un total de 3.940 niños con necesidades educativas especiales. 3.312 estaban en la pública y 624 en la concertada. Son muchos más, pero, en realidad, suponen un 18%, es decir, un porcentaje sólo sensiblemente más bajo que el global de la presencia de la concertada en el sistema educativo de la provincia. En el principal concepto de necesidades educativas especiales, la hiperactividad, la pública tiene censados a 566 alumnos de primaria y la concertada a 145. Por tanto, según la Consejería, la concertada tendría el 25% de este alumnado.

5.¿Hay hijos de inmigrantes en la concertada?

Aquí la diferencia es mucho más notable. En la provincia de Cádiz hay 1.787 alumnos extranjeros en la pública y 116 en la concertada. Esto supone que la concertada sólo absorbe el 6,5%. Los concertados no pueden rechazar alumnado que les corresponde. Es decir, el alumnado extranjero no demanda concertada. La concertada no tiene ningún alumno registrado que sea de otra confesión que no sea la católica.

6.¿Son mejores los resultados en la concertada que en la pública?

Los datos son los de las tasas de aprobados en secundaria. La media de diferencia entre la pública y la concertada es variable, aunque siempre favor de la concertada, estrechándose según se avanza en los cursos y se van cribando los mejores alumnos de la pública. La brecha se va reduciendo de casi diez puntos al principio a menos de 5 en las puertas del bachillerato. La tasa más baja de aprobados en la pública se produce en 2º de ESO en Matemáticas, cuya tasa de aprobados es un 63,8%. Ocurre igual en la concertada, donde la tasa de aprobados más baja es en el mismo curso y en la misma materia, un 77%. Según muchos estudios, el factor socioeconómico del alumnado es una variable determinante en estos datos.

Juan Burgos "La reducción de unidades debería repartirse entre la concertada y la pública"

Juan Burgos preside la asociación de directores de centros públicos de primaria y su defensa de lo público es a ultranza. Piensa que el origen de la educación concertada está en que "la oferta pública no puede hacer frente a toda la demanda de la población escolar". Ahora que, por razones demográficas, la población escolar va a reducirse considera que la carga de disminución de unidades (aulas) debe repartirse proporcionalmente entre la pública y la concertada. Para él, la mayor grandeza de la escuela pública se encuentra en su atención a la diversidad, "el alumnado con dificultades tiene allí su sitio", y en que "somos quienes atendemos a la periferia y la población rural al 100%, donde no existe la concertada, que se sitúa en las principales arterias de la ciudades". Niega la mayor de que haya mejores resultados en la concertada, ya que "los resultados de Selectividad de la pública son muy buenos". Sobre el mayor coste de la enseñanza pública que la concertada para la Administración, subraya, como ejemplo de un coste añadido de interés social, la existencia de un plan de apertura que ha hecho esfuerzos por "permitir una conciliación. El aula matinal, las extraescolares vespertinas o los comedores, todo ello actividades con bonificaciones para las familias más desfavorecidas, nacen en la pública y conllevan unos gastos". Reconoce que los colegios públicos pueden no tener tanta visibilidad como los concertados, pero tratan de competir en la atracción de demanda con iniciativas como la llevada en San Fernando, donde se encuentra el centro que dirige, de proyectar un vídeo explicando a los padres qué es la escuela pública "y cómo se produce posteriormente el tránsito a la educación secundaria a través de institutos de referencia de cada colegio. En este sentido, la escuela pública trabaja con convivencias entre los chicos que ya están en los institutos y los que, muy pequeños, con 12 años, van a acometer un cambio radical en su trayectoria académica". Para Baños, en la escuela pública ha habido una transformación en la relación de la escuela con las familias. "Ahora mismo son centros abiertos. Hay multitud de talleres para padres, que participan en las actividades del centro". Desde la asociación de directores se potencia la formación y existen online foros en los que directores de centros de toda España cuentan experiencias novedosas y las respuestas del alumnado para poder ser compartidas y aportaría algo más de autonomía a la decisión de los claustros. Destaca la educación en valores: "En cada asignatura está implícita la referencia al respeto, la amistad, la igualdad,, la relación con los mayores..."

Alberto Cervantes "Hay cosas que hacer mucho mejores que echar a pelear a los padres"La cita con Alberto Cervantes, ingeniero, padre de una niña de 3 años de Las Carmelitas de San fernando, era para una conversación con Inés Mera, que preside Fedapa, la federación de padres de alumnos de la escuela pública. Mera no pudo acudir debido a un inesperado problema personal, por lo que Cervantes argumenta en solitario "a título de padre. Me hubiera gustado charlar con Inés porque, al final, lo único que queremos todos es lo mejor para nuestros hijos y hay asuntos más importantes que echar a pelear a los padres". Por eso no quiere entrar mucho en polémicas. "Me he informado y hay magníficos colegios públicos. Nuestra elección por la concertada se debió, en primer lugar, a motivos de conciliación familiar y también a que mi mujer había estudiado en este centro, por lo que nos ha gustado seguir la tradición. Además, vivimos al lado del colegio, Desde el salón de casa cojo la wifi del colegio". Tal y como está la baremación, que en San Fernando se reparte en dos únicos distritos, no ve en ningún caso que exista elitismo en la selección del alumnado. "Lo veo todos los días. En el centro hay alumnos de todas las clases sociales. Viviendo en el centro tenemos los mismos puntos que un aspirante de La Casería. Ese no es el motivo de la elección". Él se centra más en una educación católica "porque en mi familia somos católicos, aunque somos católicos, como se dice, de ahora". Admite no entender muy bien a los padres que hacían trampas para meter a los niños en los concertados, "ni el postureo, que lo hay". También defiende el modo de selección del profesorado: "Trabajo en una empresa privada y la dirección escoge a sus empleados. También veo el sistema de oposición de la pública, pero el de la concertada me parece acertado". Además, valora la cercania que estos colegios potencian con las familias más allá del horario escolar o que el salto al instituto no se produzca hasta el bachillerato. 

Manuel Holgado "Si seguimos contando con demanda, no tendría sentido reducir la oferta"Manuel Holgado preside la patronal de las escuelas católicas de la provincia, que son mayoritarias dentro de la enseñanza concertada. Con más de 30 años trabajando en este sector, está convencido de que "no somos un complemento de la escuela pública, somos una oferta paralela consagrada en la Constitución que reconoce dos derechos: el de crear centros de enseñanza y el de que los padres elijan la educación que quieren para sus hijos. Si los padres tuvieran que pagar por ese derecho, ya no sería un derecho, sería una discriminación. No existe verdadera libertad sino hay igualdad", argumenta. Su sentido está en en que "segumios teniendo demanda, con lo que no tendría lógica que esta oferta fuera eliminada o reducida. Hay padres que quieren llevar a sus hijos a nuestros centros y nosotros no engañamos a nadie. La educación nunca es neutra. Ofrecemos un modelo de persona dentro del humanismo cristiano, aunque ese concepto de colegios de curas ya no existe". Sobre el proceso de selección, asegura que es transparente: "Tenemos chicos de todo tipo. En una sociedad cambiante,donde los modelos de familia son diversos, no discriminamos a nadie por ello. No lo hacemos por convicción, porque no lo hemos hecho nunca, y porque la norma así lo dicta". Defiende el papel de estos centros en la historia de la educación, "en nuestra organización hay instituciones que son centenarias", y también un sistema que ha sido capaz de "crear redes de relación con la sociedad. Los padres que han estudiado en nuestros centros quieren que estudien en ellos sus hijos". Holgado lo defiende como una opción necersaria, reconociendo que hay colegios públicos que "son estupendos".

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