Una gran alianza con una metodología inclusiva. El objetivo era claro: visibilizar el lenguaje de signos en el día a día de los escolares. Ayer, en el patio del colegio público Carola Ribed, los alumnos del centro interpretaron la canción La jirafa es sabia, del grupo de música infantil Tulus. La habían ensayado durante tres semanas. Allí se encontraba una de las integrantes del grupo, Sandra Reyes. "Hemos querido montar una canción accesible para la comunidad sorda. Ha servido a los niños para comunicarse con el colectivo de personas con déficit de audición. Ellos mismos la han signado", contaba antes de la representación Rocío Manzano, en nombre de los estudiantes de cuarto curso del grado de Educación Infantil de la Facultad de Ciencias de la Educación, que llevaron a cabo la experiencia dentro de un proyecto de Aprendizaje-Servicio Solidario (ApS), La música en nuestras manos, del departamento de Didáctica del citado centro universitario.

Además de los pequeños del colegio Carola Ribed, desde Infantil de 3 años a 6º de Primaria, participaron alumnas del grado de Mediación Comunicativa del Instituto Drago y el Centro Sigler, que ayudaron a grabar la canción signada ralentizada para poder aprenderla, y alumnado voluntario de segundo de Educación Infantil de Ciencias de la Educación. Al acto asistieron integrantes de la Asociación Albor de personas sordas.