San Fernando

Junta y Defensa firman hoy el traspaso de San Carlos

  • El SAS asume el reto de dotar de servicios a estas instalaciones y La Isla espera ver colmada una histórica reivindicación que se remonta a principios de la década de los 90: contar con un hospital propio

Tras año y medio de negociaciones en firme y más de dos décadas de reivindicaciones ciudadanas, el Ministerio de Defensa firmará hoy la transferencia definitiva del hospital militar de San Carlos al Servicio Andaluz de Salud (SAS). El centro pasará a manos de la Junta de Andalucía, que asumirá el complicado reto de dotar de servicios a estas enormes instalaciones -el edificio tiene doce plantas con capacidad para 440 camas- y de poner de nuevo el hospital en funcionamiento. La Isla, con el cambio de titularidad, espera ver por fin colmadas sus aspiraciones y contar con un hospital propio, un viejo anhelo que demanda desde principios de la década de los 90.

La transferencia del hospital de San Carlos se llevará a cabo en el marco de la reunión de la comisión mixta paritaria que integran representantes del Gobierno central y de la Junta de Andalucía y que se creó a principios de año para coordinar el traspaso de las instalaciones. El encuentro tendrá lugar en el centro sanitario isleño a partir de las 11.30 horas.

Por parte del Gobierno andaluz está prevista la asistencia del consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, y de las consejeras de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, y de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio. La delegación del Gobierno central estará presidida por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta.

La transferencia del centro, según ha indicado la Junta de Andalucía, se hará efectiva en octubre, una vez que se publiquen y entren en vigor los acuerdos adoptados. La sanidad militar quedará relegada a la presencia de una clínica que se alojará en un edificio anexo al hospital y desde la que se prestará servicio a las distintas unidades de la zona.

El personal sanitario -222 trabajadores- pasará a pertenecer al SAS una vez solventado en julio el proceso de estatutarización que Defensa tenía pendiente y que constituía también una histórica reivindicación de la plantilla. Con todo, las negociaciones entre Defensa y la Junta de Andalucía no han estado exentas de críticas sindicales, que han recriminado en varias ocasiones a una y otra administración la falta de participación de los representantes de los trabajadores en un proceso que les concierne directamente.

La buena noticia del traspaso del hospital de San Carlos se ha visto también empañada por el incierto futuro laboral que amenaza a los trabajadores de las contratas que durante décadas han trabajado en el centro, que se han constituido en torno a una plaforma bautizada con el expresivo nombre de Los olvidados de San Carlos. Unas 25 personas han perdido ya su puesto de trabajo desde finales de 2013 y hasta 70 empleos penden de un hilo. Esperan un compromiso de la Junta de Andalucía para evitar los despidos que se producirán ante el cese definitivo de la actividad militar.

La gran incógnita pendiente de despejar siguen siendo los planes que la Consejería de Salud tiene para poner en uso el nuevo hospital que se incorporará a la red sanitaria andaluza. Por el momento, se ha anunciado que se reforzarán las consultas de las especialidades y pruebas que allí se atienden desde 2005 -existe un concierto con Defensa que permitió un uso limitado del hospital- y que se plantea el traslado de algunas unidades como salud mental o rehabilitación. El delegado del Gobierno andaluz, Fernando López Gil, insistía hace apenas unos días, al trascender la fecha de la firma del convenio, en que la puesta en uso de San Carlos se llevaría a cabo de forma paulatina.

Esta postura de la Junta ha sido duramente criticada por el Ayuntamiento isleño y por formaciones políticas como PP y PA, que piden un compromiso serio, un calendario y plazos para esa puesta en uso progresiva del hospital isleño.

Para los populares hay un gesto que dejaría bien clara esa apuesta por parte de la Administración andaluza por dotar a La Isla de un hospital real:que esta ampliación de las especialidades y de las consultas externas viniera acompañada de la apertura de los servicios de urgencias y maternidad. La Isla -recuerdan- sigue siendo la única ciudad andaluza de cien mil habitantes que carece de un hospital propio.

Aunque el debate en torno al uso compartido del hospital militar se remonta a principios de la década de los años 90, la transferencia completa del centro no fue una opción hasta que en plena crisis, a principio de 2013, el Ministerio de Defensa se planteó en serio el cierre de unas instalaciones que llevaban años infrautilizadas y cuyo mantenimiento acarreaba un notable coste para su mermado presupuesto. Hasta entonces, sobre la mesa había una propuesta de acuerdo para ampliar el concierto de 2005 que la Junta había trasladado al Gobierno central pero sobre la que no había acuerdo. En febrero de ese año, el ministro Pedro Morenés anunció que estaba dispuesto a ceder gratuitamente las instalaciones al Servicio Andaluz de Salud, lo que activó las negociaciones que hoy concluirán con la transferencia.

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