El PP alertó ayer desde el Gobierno municipal de que las consecuencias del plan de Protección del Corredor Litoral planteado por la Junta de Andalucía pueden ser más graves de lo que hasta ahora se ha dicho y pueden terminar con el nuevo PGOU, aprobado en febrero de este año, "en la papelera".

Fue el delegado de Desarrollo de la Ciudad, Ángel Martínez, el que se expresó en estos términos y aseguró que no solo peligran los desarrollos planteados para los polvorines de Fadricas y Punta Cantera o las posibles actuaciones que se podrían llevar a cabo en los terrenos de Camposoto si algún día se consiguiera su desafectación. "Si se aplica en La Isla el artículo 10 del plan de la Junta de Andalucía nos quedamos sin PGOU, nuestra ciudad puede olvidarse de cualquier desarrollo", sentenció Martínez, que recriminó al Gobierno andaluz que utilizara el decreto "para matar moscas a cañonazos".

Para el equipo de gobierno, el documento elaborado por la Junta de Andalucía "no ha tenido en cuenta la excepcionalidad geográfica de San Fernando" a pesar de que, en el pasado mes de mayo, durante la tramitación previa del plan, fue advertida esta situación a la Administración autonómica. "Avisamos de las circunstancias que afectan a San Fernando al ser una isla. No se tenían en cuenta nuestras singularidades y se nos trataba igual que a cualquier otra ciudad del litoral andaluz", recordó el delegado de Desarrollo de la Ciudad, que anunció que el equipo de gobierno ha empezado ya a redactar las alegaciones.

Pero si el PP ha dado la voz de alarma ante las consecuencias del plan de Protección del Corredor Litoral, el PSOE ha llamado a la calma desde un primer momento. La portavoz socialista isleña, Patricia Cavada, ha asegurado que no hay motivos para preocuparse con el caso isleño.

Camposoto -cuyo desarrollo todavía es un sueño al contar con un uso militar activo- y los polvorines de Fadricas están afectados por el grado más bajo de protección que establece el decreto para las zonas litorales (un nivel dos). En estos espacios se prohíbe expresamente la construcción de viviendas pero no los desarrollos turísticos como la construcción de instalaciones hoteleras, recreativas o deportivas.

Además -insistió Cavada- ambas zonas, por sus características, "encajan a la perfección en el supuesto de excepción que contempla el plan, lo que permitirá su desarrollo normal sin condicionantes". Dicha excepción -recordó- permite su desarrollo al ser las únicas bolsas de suelo disponibles en la ciudad para su crecimiento. "Permitirá el desarrollo normal, sin condicionantes", aseguró. "Soy optimista. De entrada, podemos desarrollar turismo en ellos y podremos desarrollar usos residenciales cuando agotemos lo que tenemos previsto en San Fernando tal y como establece el PGOU", explicó. En todo caso, el PSOE isleño formulará también alegaciones.

Martínez (PP), no obstante, se mostró escéptico ante la excepción de la norma. "Habría tantas limitaciones que dejarían sin efecto las actuaciones municipales previstas", dijo.

El PA, por su parte, reclamó a la Junta "una mayor flexibilidad" para el caso isleño. "El litoral ha de protegerse, pero también sabemos que a San Fernando, debido a sus características, no le queda mayor posibilidad de desarrollo que los terrenos afectados militarmente o el Parque Natural", dijo el primer teniente de alcalde y secretario de los andalucistas isleños, Francisco J. Romero.

En este sentido, lamentó la "falta de sensibilidad" de la Junta para con San Fernando y recriminó al Gobierno andaluz que adoptara decisiones "desde la lejanía y sin conocer la verdadera realidad de los municipios".

"No podemos permanecer de brazos cruzados ya que el camino andado para dar luz verde a estos proyectos ha sido largo y duro y de ellos depende el progreso de la ciudad y la tan necesaria creación de empleo y actividad económica", dijo al referirse al caso de los polvorines.