San Fernando

El Cristo de los niños marca el comienzo

  • La lluvia relegó de nuevo al interior del templo el vía crucis del Consejo, que presidió la Borriquita

Hace años que el primer lunes de la Cuaresma marca el rumbo hacia el Domingo de Ramos y hace años que la lluvia, como si de un presagio se tratara, empaña el vía crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías. La teoría, como toda regla, tiene su excepción: la que protagonizó la imagen de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna hace justo un año. La hermandad del Domingo de Ramos consiguió realizar un esplendoroso acto penitencial en la calle, como estaba previsto. No ocurría desde 2007. Fue un paréntesis en la mala racha. Porque anoche Borriquita siguió la estela de Santo Entierro (2008), Servitas (2009), Huerto (2010) y Soledad (2011).

El fuerte chaparrón que arreció a media tarde dejó poco margen para las dudas. Y las previsiones meteorológicas confirmaron la única opción posible para los hermanos de la lasaliana cofradía de Cristo Rey: quedarse dentro del templo. Fue una opción dolorosa, porque el vía crucis de la Borriquita era una de las citas estrella del programa de actos conmemorativos esbozado para el cincuenta aniversario fundacional. Pero no quedaba otra. De hecho, a las ocho de la tarde, hora a la que este acto penitencial tenía prevista su salida desde la castrense iglesia de San Francisco, volvía a llover. Además, con intensidad. Era imposible siquiera plantearse salir a la calle.

Así que, de nuevo, el vía crucis del Consejo de Hermandades quedó relegado al interior del templo, donde -eso sí- siempre gana en solemnidad y austeridad el silencioso y pausado rezo de las estaciones. La parihuela con la imagen de Cristo Rey que tallara Miñarro, la entrañable talla que toda La Isla cofrade anhela ver en la calle en la tarde del Domingo de Ramos, se quedó dentro de San Francisco, rodeada de los suyos, de sus hermanos y devotos, y de numerosos cofrades isleños. En el templo, de hecho, apenas había un hueco libre.

Desde la nave central, frente al altar mayor, Cristo Rey anunció el comienzo oficial de la Cuaresma, inició la cuenta atrás del reloj cofradiero que apura los días que restan para una nueva Semana Santa y proclamó también el inicio del cincuentenario fundacional de la hermandad. Fue un buen comienzo para la efeméride, a pesar de todo, a pesar de la lluvia. Sin duda, una ocasión memorable para la hermandad lasaliana, un momento único para su historia y, desde luego, emotivo para sus hermanos.

Entre estación y estación, la música de capilla de Lignum Crucis y los cánticos de la escolanía de Santa Teresa llenaron el templo castrense. Los niños cantaron a la cofradía de los niños. La voz grave del diácono José Manuel Camacho Somoza, a la sazón hermano de la corporación del Domingo de Ramos, marcaba la pauta de la meditación mientras las hermandades, siguiendo el turno de antigüedad establecido años atrás, recordaban las escenas de la Pasión con la lectura de las estaciones. El camino de la cruz, origen del vía crucis. Y todo giraba en torno a la imagen de Cristo Rey, ubicada en el crucero de la iglesia.

Borriquita, anoche, adentró a La Isla de lleno en una nueva Cuaresma que, en los próximos días, empezará a llenarse de cultos, actos, conciertos... Borriquita, de nuevo anoche, a pesar de la lluvia y como si fuera un Domingo de Ramos, volvió a anunciar el comienzo de todo.

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