La ex plantilla de la fábrica de Delphi demostró ayer, casi cuatro años después de que se anunciara su cierre, que en los momentos difíciles sigue unida. Alrededor de mil personas acudieron a la llamada de los cuatro sindicatos (CCOO, UGT, USO y CGT) para celebrar una asamblea en la que aprobar un nuevo calendario de movilizaciones tras el fracaso de la última comisión de seguimiento. La caseta municipal de Puerto Real, lugar elegido para esta cita, se quedó pequeña.

Allí acudieron ex empleados aún sin trabajo, los que ya han sido prejubilados y también quienes ya encontraron un empleo. Sin embargo, esa unidad que demostró serlo al final tras los acuerdos adoptados, demostró que tiene fisuras provocadas por el tiempo y por las formas de hacer las cosas.

Lo más importante de la asamblea de ayer es que los trabajadores fueron los que obligaron a los sindicatos a aceptar sus propuestas. Si desde la mesa sindical se propuso iniciar las movilizaciones con una reunión a nivel político y una concentración en los juzgados, el rechazo frontal de la mayoría hizo que los representantes de las fuerzas sindicales aceptaran sus propuestas. Y estas comenzarán el próximo miércoles, a las 10:00 de la mañana, frente a la sede de la Delegación Provincial de Empleo en Cádiz, en la Plaza Asdrúbal, desde donde partirán alrededor de las 11:00 hacia la Audiencia.

También se aprobó en la asamblea un punto importante: la próxima cita de los afectados por el cierre de Delphi no será en la caseta municipal de Puerto Real, sino dentro de la propia fábrica de Delphi, "donde entraremos como sea", sin descartar que tras la asamblea que allí se celebre vengan acciones de protesta más contundentes. Además, se refrendó en la reunión asistir al próximo pleno que se celebre en la Diputación Provincial, así como acudir a la sede del PSOE para mostrar su rechazo.

Básicamente, esto fue lo aprobado, pero hubo mucho más. En primer lugar, como se puso de manifiesto en el transcurso de la hora y media de debate, es que desde ahora "el enemigo se llama PSOE y Junta de Andalucía, que son los que nos han dejado en esta situación". En segundo lugar, que "tenemos que acudir a todas las convocatorias todos; todo el mundo tiene que estar, no vale decir iré si puedo". Y por último, el descrédito que entre los propios ex trabajadores tienen los sindicatos: "¿Por qué hay gente trabajando en Gadir Solar o en Alestis y yo no? ¿Es que no eran todos los curriculums iguales? No estamos en contra de nuestros compañeros prejubilados o de los que ya han encontrado trabajo. Estamos en contra de cómo han hecho las cosas esta gente -en alusión a los representantes sindicales-", fue la reflexión de un ex empleado.

Y, de fondo, la exigencia principal: que la Junta "cumpla su promesa" y traiga empresas que den ocupación no sólo a este colectivo sino a los parados de la provincia .