El juzgado número 4 de Sanlúcar ya tiene en su poder las diligencias de la investigación llevada a cabo después de que un proyectil de un avión militar impactara en la cubierta del pesquero Puerto de Bonanza III mientras faenaba en aguas restringidas. Los nombres de tres barcos más que podrían encontrarse dentro de esa zona el pasado 13 de abril, cuando ocurrieron los hechos, han sido puestos a disposición de este juzgado y la Guardia Civil está a la espera de su decisión para actuar en consecuencia.

Si se averiguara que efectivamente se adentraron en zona reservada para ejercicios militares los patrones podrían ser imputados, al igual que lo ha sido José Vidal, el patrón del Puerto de Bonanza III, al que se le considera autor de un presunto delito contra el derecho de los trabajadores. Las pesquisas realizadas apuntan a que el pesquero sanluqueño se encontraba en el centro de una zona restringida en las cartas náuticas y que los ejercicios fueron anunciados convenientemente por el procedimientosestablecido. Además, el reglamento de radiocomunicación marítima a bordo obliga al patrón a tener abierta una frecuencia en la embarcación y se había estado avisando por radio y de forma periódica que en el lugar se estaban haciendo maniobras, con lo que el patrón lo debía conocer.

Los agentes del Instituto Armado, que ya han concluido su informe, están ahora a la espera de lo que estime oportuno el juzgado número 4 de Sanlúcar para investigar o no a los demás barcos que al parecer también se encontraban dentro de un campo de tiro el 13 de abril pasado, tras las declaraciones del patrón. Los barcos en cuestión son Maricari, Nuevo Rocío y Manuel y Antonio.

Ese martes 13 un tiro de un avión Eurofigther, tras una ráfaga muy cercana en el mar, impactó en la cubierta del Puerto de Bonanza III. La traspasó y rebotó en el interior de la embarcación, aunque no alcanzó a ninguno de los pescadores. Su patrón defendió que no habían avisado de los ejercicios, aunque la investigación ha determinado lo contrario, y que en el lugar, además de su pesquero, había más barcos.

Precisamente, tras esta defensa, el juzgado podría ordenar investigar a esas embarcaciones que quizás también se saltaron la barrera.