Juan Manuel Vargas Tejero, apodado El Cagalera, y su hijo Francisco Javier Vargas Gálvez, apodado El Diarrea, han sido absueltos en la causa que deparó su procesamiento tras la Operación Semilla. Ellos y otros tres acusados han sido exculpados por un Juzgado de Sevilla al ser declaradas nulas, por haber sido autorizadas irregularmente, las escuchas telefónicas realizadas durante la investigación que los llevó al banquillo. La sentencia, que no ha sido recurrida, ya es firme.

Precisamente El Cagalera y El Diarrea acaban de ser condenados en firme por el Tribunal Supremo en otro asunto de tráfico de hachís que juzgó en 2006 la Audiencia Provincial de Cádiz. El Supremo ha ratificado la resolución de la Audiencia, que señala a esos dos vecinos de Sanlúcar como dos personas que han hecho del tráfico de estupefacientes su medio de vida.

Vargas Tejero, nacido en 1947, y Vargas Gálvez, nacido en 1971, a quienes ha defendido el abogado José Álvarez, fueron detenidos durante la Operación Semilla y quedaron involucrados en una de las piezas en las que fue dividido el procedimiento (la de Sevilla) cuando, al advertirlo la Fiscalía, la Audiencia observó que no existía una sola organización de traficantes, como aseguraba el juez instructor, sino diferentes grupos radicados en distintas localidades de Cádiz y Sevilla que mantenían relaciones comerciales ilícitas: unos vendían drogas a otros y todos se relacionaban en torno a ese narcotráfico.

Lejos de la operación exitosa que en principio pareció la Semilla, cuando los diferentes procedimientos fueron llegando a los tribunales, el resultado fue bien distinto al anunciado. Las irregularidades cometidas durante la instrucción judicial han deparado varias sentencias absolutorias. Y el caso es que hasta ahora la Operación Semilla suma 39 procesados juzgados. De ellos, los tribunales han absuelto a 32.

La sentencia de El Cagalera es del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla y coincide con otras en que la absolución la provoca la nulidad de las escuchas telefónicas, autorizadas por un auto judicial que fue declarado falto de motivación suficiente. "Es evidente", señala la resolución, "que en este caso las intervenciones telefónicas fueron determinantes para la aprehensión de la droga y habiendo sido éstas declaradas nulas, no verificándose prueba en el plenario sobre la que sustentar los elementos típicos de la infracción penal y su autoría, no procede sino la absolución de los acusados, ya que existe una clara conexión entre la prueba declarada nula y la posterior actuación policial que dio lugar a esta causa".

El auto del Juzgado de lo Penal de Sevilla que anuló las escuchas fue previo al juicio. Cuando llegó la hora de la vista oral, el fiscal retiró la acusación contra cuatro acusados, entre ellos Vargas Tejero y su hijo, lo que deparó directamente que fuesen absueltos, explica la sentencia.

La Audiencia Provincial de Cádiz acaba de celebrar un juicio de la Operación de Semilla. El del caso en el que el Supremo ordenó repetir la vista oral tras anular la sentencia absolutoria.